Santiago. La pianista brasileña Cristina Ortiz despidió la temporada 2012 del Ciclo “Grandes pianistas, Radio Beethoven”, en el Teatro Municipal de Santiago, ocasión en que fue ovacionada de pié. por un millar de asistentes.

En la ocasión, la concertista sudamericana, residente en Londres, con motivo de cumplirse 150 años del nacimiento de Claude Debussy, dedicó la mitad de su recital a obras para piano escritas por el compositor francés, mientras que la segunda parte constó de composiciones de su compatriota, el también brasileño, Heitor Villa-Lobos.

Inicialmente, Cristina Ortiz mostró toda la delicadeza de su tenue maestría técnica y musicalidad naturales, con cuatro obras del autor galo: Suite Bergamasque (en que aparece como tercer movimiento, su bien reconocido, el romántico “Claro de Luna”), luego vinieron Dos arabesques, Estampas y La Isla alegre.

La artista brasileña dedicó la segunda parte del recital a su compatriota Heitor Villa-Lobos, un gran investigador de la música folclórica de su país y autor de un vasto catálogo que incluye, entre otras cosas, sus “bachianas brasileras”, coros, conciertos, sinfonías, óperas y, por supuesto, piezas para piano. De ellas, la pianista brasilera interpretó dos obras del Ciclo Brasileiro –Impressões Seresteiras y Festa no Sertão–, Alma Brasileira y Valsa da Dor.

Aquí, Cristina Ortiz mescló en forma estupenda, lo lento, melódico y romántico de los compases iniciales de la música, para continuar con un verdadero vendaval de armonías, que fueron del total agrado de todo el mundo, con las composiciones de Villa Lobos.

Los críticos reconocen que todo lo que han dicho de su persona es exacto: “Ella es una improvisadora espontánea, impredecible leona del piano; intérprete poderosa, pero que abraza o acaricia su instrumento a voluntad”. Y es que Cristina Ortiz ha sobresalido en la escena internacional gracias a su musicalidad natural, su maestría técnica y su total compromiso con una interpretación refinada.

A lo largo de su extensa carrera, la pianista ha tocado junto a importantes orquestas como la Filarmónica de Berlín, la Filarmónica de Viena y la Sinfónica de Chicago, las orquestas Philharmonia y la Royal Concertgebouw, entre otras. También ha colaborado con directores como Neeme Järvi, Mariss Jansons, Kurt Masur, André Previn y David Zinman. Tiene más de treinta grabaciones en EMI Classics, Decca, Collins Classics, Intrada, Naxos y BIS. Entre sus proyectos más recientes se encuentran la grabación de un disco con música de cámara de Camille Saint-Saëns, clases magistrales de piano en Villa Medici en Briosco, Italia y la grabación de los 24 Preludios de York Bowen.