Los opositores al presidente islamista Mohamed Mursi y sus partidarios están convocados este viernes para manifestarse a favor y en contra de los nuevos poderes que se ha arrogado el mandatario.

Esta decisión le ha valido a Mursi el calificativo de “nuevo faraón” por la oposición que ve en ella un golpe de Estado y una amenaza para la incipiente democracia surgida de la revuelta popular que derrocó en febrero de 2011 al presidente autocrático Hosni Mubarak.

Según una fuente del entorno del jefe de Estado, Mursi podría pronunciar un discurso este viernes para defender su decisión.

Mursi ya acumula los poderes ejecutivo y legislativo -la Cámara de Diputados fue disuelta en junio, y mantiene tensas relaciones con gran parte del aparato judicial. En agosto reforzó su poder al alejar al ministro de Defensa del régimen Mubarak Husein Tantaui.

Los partidarios de Mursi, con los Hermanos Musulmanes en primera línea, llamaron a una manifestación delante del palacio presidencial en el norte de El Cairo, declaró a la AFP un dirigente de la cofradía islamista.

Sus opositores, en su mayoría liberales, confluirán a la Plaza Tahrir, en el centro de la capital egipcia, epicentro de la revuelta que terminó con el alejamiento del poder de Hosni Mubarak hace casi dos años.

El jueves ya se llevaron a cabo manifestaciones de ambas partes en El Cairo.

“Es un golpe de Estado contra la legalidad (…). Llamamos a todos los egipcios a protestar el viernes en todas partes de Egipto”, dijo Sameh Ashur, jefe del sindicato de abogados en una conferencia de prensa conjunta el jueves por la noche con los opositores Mohamed ElBaradei y Amr Musa.

En ésta acusaron a Mursi de “monopolizar los tres pilares del poder”, y busca “destruir la independencia del poder judicial”.

“Mursi echó aceite sobre el fuego en vez de actuar como un presidente para todo Egipto”, y condujo al país hacia “un infierno político”, según Ashur.

“Mursi usurpó todos los poderes y se proclamó nuevo faraón de Egipto. Un enorme golpe asestado a la revolución que podría tener consecuencias espantosas”, escribió ElBaradei en Twitter.

Mursi, primer presidente civil e islamista del país más poblado del mundo árabe, se arrogó en una “declaración constitucional” el derecho de tomar cualquier decisión o medida para proteger la revolución” de 2011.

“Las declaraciones constitucionales, decisiones y leyes emitidas por el presidente son definitivas y no pueden ser apeladas” en espera de una nueva Constitución, prevista para mediados de febrero, según esta declaración.