La ONU anunció el viernes haber evacuado a decenas de jueces, funcionarios e incluso periodistas por puente aéreo de los territorios dominados por los rebeldes del M23, en el este de la República Democrática del Congo (RDC).

La misión de Naciones Unidas para la estabilización de la RDC (Monusco), evacuó por aire a 76 personas que podrían ser blanco del M23.

“Muchos de ellos, incluyendo jueces, funcionarios del gobierno, policías, periodistas y militantes por los derechos humanos, encontraron refugio en la base de la ONU”, declaró el portavoz de las operaciones de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas, Kieran Dwyer.

Un total de 6.700 cascos azules están desplegados en Kivu del Norte, una región dos veces mayor que Bélgica y rica en diamantes, minerales y metales preciosos.

La situación sigue siendo “alarmante”, precisó Dwyer. Según él, los rebeldes del M23 continúan su avance en la provincia de Kivu del Norte con la toma de la ciudad de Sake. Dicha localidad, es un punto estratégico desde donde parten dos rutas: una hacia el sur que lleva a Bukavu, capital de la provincia vecina de Kivu del Sur, que los rebeldes anunciaron que querían tomar, y la otra hacia el oeste, en dirección de Masisi.

La Monusco “está posicionada para contener el avance del M23 a Bukavu”, dijo Dwyer, agregando que los cascos azules no pueden “sustituir al ejército regular congoleño para luchar contra el M23″.

Expertos y diplomáticos de la ONU señalaron que el ejército regular se había desarticulado a lo largo de la semana, porque centenares de soldados se amotinaron.

La ONU también mantiene un registro de todos los heridos y las víctimas de crímenes cometidos por el M23, cuyo jefe militar, Bosco Ntaganda, es requerido por crímenes de guerra por la Corte Penal Internacional (CPI).

Naciones Unidas saludó “como un paso importante” la declaración conjunta de los presidentes de la RDC, Ruanda y Uganda pidiendo el fin de la ofensiva del M23. El sábado tendrá lugar una cumbre regional en Kampala sobre la crisis.