Las autoridades venezolanas detuvieron a un colombiano, presunto “jefe del narcotráfico internacional” y requerido por Interpol a pedido de Estados Unidos y Colombia, en la turística isla de Margarita (noreste), informó este jueves el gobierno.

“Capturado jefe de una peligrosa banda del narcotráfico internacional en Margarita por funcionarios de la ONA (Oficina Nacional Antidrogas) y GNB (Guardia Nacional Bolivariana)”, indicó el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, en su cuenta en la red social Twitter.

En otro mensaje, el responsable detalló que el detenido, de 26 años e identificado como Juan Carlos Peña Silva, era “requerido con difusión roja de Interpol por Colombia y Estados Unidos, como jefe de una organización criminal internacional”.

Más tarde, en una intervención en el canal estatal VTV, Reverol aseguró que el narcotraficante fue detenido gracias a “labores de inteligencia, vigilancia y seguimiento, y en coordinación con las autoridades colombianas”.

Además, el responsable informó que Peña Silva –supuesto responsable “de enviar grandes cantidades de cocaína desde Colombia hacia los Estados Unidos”– era trasladado este mismo jueves a Caracas “para hacer las coordinaciones con las autoridades colombianas y realizar su deportación”.

Hace sólo una semana, el gobierno venezolano deportó a Colombia a otro capo del narcotráfico, Daniel Barrera Barrera, alias “Loco Barrera”, quien también había sido detenido en Venezuela.

Barrera, jefe de una organización que se calcula envió en los últimos años a Estados Unidos y Europa más de 900 toneladas de cocaína, llevaba desde 2008 en Venezuela y era reclamado por tráfico de drogas y lavado de activos, y se le investiga por múltiples asesinatos.

En los años recientes, los más importantes narcotraficantes colombianos han sido capturados en Venezuela. Esta semana, Reverol indicó que en lo que va del año las autoridades venezolanas han capturado a 18 jefes de “importantes organizaciones criminales” en colaboración con Colombia.

Venezuela es señalada por la ONU como un país libre de cultivos ilícitos, pero considerada un importante punto de tránsito de drogas hacia los grandes mercados consumidores.