El ejército francés partió este martes de la región de la Kapisa, última provincia de Afganistán donde combatía y donde perdió el mayor número de soldados, en el marco de una retirada acelerada del país.

Los últimos 400 militares franceses desplegados en esta provincia situada al noreste de la capital afgana comenzaron a partir a las 10H00 locales (05H30 GMT) en un convoy desde Nijrab, la última base que ocupaban aún los franceses en Kapisa, en dirección a Kabul, luego de una ceremonia de despedida en el terreno.

De unos 2.200 soldados franceses aún presentes en Afganistán actualmente, unos 700 volverán a Francia de aquí a fin de año, según una fuente militar.

Aparte 50 instructores que trabajan en Wardak (oeste De Kabul), los 1.500 restantes permanecerán en la capital afgana.

Dos tercios de ellos se ocuparán en los meses próximos a organizar la repatriación del material francés, unos 600 vehículos y 600 contenedores, según el portavoz del ejercito francés en Kabul.