El exseleccionador francés Raymond Domenech publica un libro el miércoles en el que ajusta cuentas con algunos de sus internacionales por lo sucedido en el Mundial-2010, cuando los jugadores boicotearon un entreno después de que Nicolas Anelka fuese expulsado del grupo.

En el libro “Tout seul” (“Solo”), del que la AFP obtuvo este lunes una copia, el exseleccionador recuerda el episodio por el que Anelka fue expulsado del grupo, después de insultarle en el descanso del México-Francia.

Tras reprocharle poca movilidad al jugador, Anelka le recriminó que siempre fuese él el que era criticado y le lanzó: “Maricón, no tienes más que hacer tú solo tu equipo de mierda. Yo lo dejo”.

Esta versión cambia en algo la ofrecida por el diario L’Equipe al día siguiente del incidente, que aseguró que Anelka le había dicho a Domenech: “¡Vete a tomar por el culo, sucio hijo de puta!”.

Lo que más chocó a Domenech, reconoce, no fue el insulto, sino que Anelka le tuteara: “Eso rompía una barrera, la de las funciones, las edades, la jerarquía (…) Anelka había roto el grupo”.

Sobre otra de las estrellas francesas, el jugador del Bayern Múnich Franck Ribery, Domenech asegura que “pudría el grupo con sus comportamientos de diva quisquillosa” y reconoce que él y otros jugadores se molestaron porque dio más protagonismo al joven Yohann Gourcuff.

“Vi en sus ojos el odio, el desprecio y los celos”, dice sobre Ribery, cuando dio el protagonismo del juego de Francia a Gourcuff.

Del jugador del Manchester City Samir Nasri, el exseleccionador asegura que “simboliza esa deriva de los jugadores que solo piensan en su bocaza”.

Para Domenech, el delantero madridista Karim Benzema ha dejado de un lado su “ego” y se ha convertido en un gran jugador junto a “José Mourinho en el Real Madrid” y al estar “estimulado por la competencia”.

Otro que recibe es el jugador del Chelsea Florent Malouda, de quien Domenech asegura que “ponía mala cara cada vez que le daba un consejo” y que llegó a golpear a otros compañeros “sin razón”.

Entre los pocos jugadores que se salvan de las críticas del exseleccionador figuran Liliam Thuram, Claude Makelele y Zinedine Zidane, cuya autoridad como líder “era incontestable”. “Nadie ha podido tomar el puesto de Zidane, un jefe para el equipo y un jugador excepcional en el campo”.