La violencia reapareció en escena en el fútbol argentino, con la suspensión del partido entre Independiente y Belgrano, por la decimoquinta fecha del Torneo Inicial, debido a la agresión que sufrió el arquero de Belgrano, Juan Carlos Olave, al que le arrojaron una bomba de estruendo.

El incidente se produjo cuando estaba por comenzar el segundo tiempo, con ventaja parcial para Belgrano por 1-0, ya que el equipo cordobés había marcado a través de Jorge Velázquez a los 41 minutos.

Sin embargo, antes de que se reanudara el juego, desde la hinchada de Independiente se lanzaron por lo menos tres bombas sobre el área visitante, una de las cuales cayó muy cerca de Olave, quien cayó al piso aturdido, sin posibilidad de continuar el juego.

El árbitro Saúl Laverni decretó la suspensión inmediata del cotejo, al mismo tiempo que se producían corridas y peleas dentro de la hinchada local, con un grave incidente que se produce de un delicado momento deportivo de Independiente, que intenta mantener la categoría, pues está en los últimos puestos de la tabla de promedios que determinan el descenso.

El presidente de Independiente, Javier Cantero, afirmó que “los tenemos filmados (a los que tiraron las bombas). Vamos a detenerlos y a expulsarlos del club. A ellos y a los que los financian. Si querían pelea, la van a tener”, en referencia a los integrantes de la ‘barra brava’ (hinchas violentos) que el dirigente intenta alejar de la entidad.

Observa lo ocurrido con el golero visitante: