La red eléctrica estadounidense es “vulnerable” a un eventual ataque terrorista coordinado y su restablecimiento podría tomar “semanas e incluso meses”, advirtió la Academia nacional de ciencias (NAS) en un informe.

“El sistema estadounidense de distribución de electricidad es vulnerable a ataques terroristas que podrían provocar muchos más daños que catástrofes naturales como el huracán Sandy”, destacaron los autores del estudio en un comunicado, luego de la publicación del informe desclasificado el miércoles.

Diez días después del pasaje de Sandy, que azotó Nueva York y la costa de Nueva Jersey, 761 mil viviendas están todavía privadas de electricidad.

El riesgo proviene principalmente de la vetustez y la saturación de la red de transmisión de la electricidad, que facilita los cortes en cascada.

“Muchas instalaciones no están controladas” y los transformadores de alta tensión son particularmente vulnerables porque son difíciles de remplazar”.

Esos transformadores ya no son fabricados en Estados Unidos y “la entrega de los de remplazo podría llevar meses e incluso años”, advierte el comunicado, proponiendo poner a punto, fabricar y almacenar transformadores provisorios, fácilmente transportables.

La red es también vulnerable a ataques informáticos, particularmente los sistemas de control. “Es poco probable que ciberataques provoquen daños extendidos, pero si son bien coordinados pueden amplificar los daños causados por un ataque físico”, impidiendo por ejemplo que los operadores se den cuenta que se están produciendo cortes en cascada, advierte la academia.

Este informe fue redactado en el otoño boreal de 2007 pero inmediatamente clasificado secreto por el departamento de Seguridad interna, que finalmente autorizó su publicación cinco años más tarde. Sus conclusiones siguen siendo “muy pertinentes”, lamenta la institución científica.