Familia de Laraquete acusa a Serviu de no hacer su trabajo y obligarlos a esperar por casi dos años la reconstrucción de su casa tras el terremoto. Y es que no sólo los habrían ilusionado con la construcción de su casa en tres ocasiones, sino que además, en pocas semanas serán expropiados de la vivienda en la que se encuentran de allegados porque por ahí se construirá la ampliación de la ruta 160.

Su hijo mayor tiene 9 años y sufre de Asperger; su pequeña de 4 años reza cada noche por volver a su casa con jardín y la angustia y desolación por la falta de respuestas de Serviu los tienen al borde del colapso.

El terremoto dejó en pésimas condiciones la casa y con una declaración de inhabitabilidad, explicó Víctor Placencia. Desde Serviu les dijeron que postulando a una vivienda tipo el proceso sería más rápido y en enero de 2011 eligieron su primera vivienda con la empresa ARQ2.

En pleno invierno de mayo, les ordenaron que desalojaran la casa y así lo hicieron. Amontonaron todas sus pertenencias en unos cuartos viejos de la casa de su madre y se fueron sólo con las camas y lo puesto a casa de su suegra. Con los meses se enteraron que la empresa quebró y comenzó la odisea que los tiene hasta hoy prácticamente en la calle.

Su esposa, Débora Placencia, no oculta la angustia. El 31 de diciembre tienen que abandonar la casa de su madre donde viven hacinados y hasta el momento no tienen solución a la vista. Sus enseres, acumulados en un cuarto húmedo y con roedores, esfuerzo de toda una vida, será reducido a nada.

Con la promesa de la construcción, Víctor pagó para que maestros rellenaran el terreno antes de que se levantara la nueva estructura, pero todo quedó en anhelo. Es por esta y otras razones que inició conversaciones con un abogado particular para dar curso a acciones legales por daños y perjuicios en contra de Serviu.

Y los problemas no quedaron en eso. En enero de 2012 la empresa Menural les iba a construir, pero el Serviu evitó el inicio de las obras argumentando que se estaba elaborando un nuevo plano de las zonas innundables.

Pasados varios meses les informaron que el terreno donde se emplazaría la nueva vivienda estaría dentro del perímetro inundable y que por lo tanto habría que esperar una certificación para levantarla…

A semanas de que sean desalojados a causa de la expropiación, Víctor, Débora y sus dos hijos aún esperan respuestas concretas.