El arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, a punto de cumplir 105 años el 15 de diciembre, está mejorando de la deshidratación y el problema renal por los que fue hospitalizado hace una semana en Rio de Janeiro, informó el domingo el médico que lo atiende, Fernando Gjorup.

“Sufrió una gripe, se deshidrató y eso afectó a los riñones. Esto está siendo revertido, la situación es bastante favorable, satisfactoria, y no hay ningún indicación de que vaya a empeorar”, explicó el médico, quien convocó a una rueda de prensa después de fuertes rumores el viernes sobre la salud del arquitecto.

Gjorup afirmó que el estado de Niemeyer no es crítico y no se temió por su vida. “Cualquier situación clínica en un paciente de 104 años la consideramos grave, pero en ningún momento se esperó eso (riesgo de muerte)”, explicó.

El célebre arquitecto, miembro del Partido comunista durante toda su vida, permanece en una unidad intermedia de cuidados, lúcido y respirando sin ayuda de aparatos. “La función renal sigue perjudicada, pero en el momento está en franca mejoría, ha evolucionado bien, viene en franca recuperación”, dijo el médico, quien destaco que durante su internación incluso lo ha visto trabajando en proyectos.

“El tiene mucho deseos de salir”, dijo su sobrino y médico Paulo Niemeyer.

Padre de la arquitectura brasileña y responsable del diseño de Brasilia junto al urbanista Lucio Costa en 1960, Niemeyer fue hospitalizado el viernes 2 de noviembre.

El 27 de octubre también fue internado por 11 días, y en mayo estuvo hospitalizado tres semanas a raíz de una neumonía y una deshidratación.

El ganador del premio Pritzker 1988, equivalente al Nobel de Arquitectura, ha diseñado más de 600 obras en el mundo y tiene una veintena en curso en varios países.

Su única hija, Anna Maria Niemeyer, murió en junio a los 82 años, víctima de un enfisema pulmonar.