Un joven tibetano murió después de prenderse fuego delante de un monasterio en el noroeste de China el sábado, informó la agencia oficial de noticias Nueva China (Xinhua) citando fuentes oficiales.

El joven de 18 años, identificado como Gonpo Tsering, se convirtió así en el séptimo tibetano en inmolarse a lo bonzo en la última semana, en momentos en que las autoridades del Partido Comunista Chino realizan un congreso para iniciar una transición del poder.

El joven se inmoló con fuego poco después del mediodía local en la localidad de Hezuo, en la prefectura tibetana autónoma de Gannan.

Consultado por la AFP, un portavoz del gobierno tibetano en el exilio afirmó que el reciente aumento de los casos de inmolación estaba relacionado al congreso del partido comunista.

“Las inmolaciones tienen por objetivo enviar un mensaje fuerte a los nuevos líderes que participan de ese Congreso. Los nuevos dirigentes deberían mostrar que tienen la voluntad política y la sabiduría para resolver el problema del Tibet”, dijo Lobsang Choedak.

China afirma haber “liberado pacíficamente” el Tibet y haber mejorado las condiciones de vida de la población local mediante el desarrollo económico de la región.

Sin embargo, los tibetanos ya no toleran lo que consideran una dominación creciente por parte de los Han, la etnia ultramayoritaria en China, y la represión a su religión y su cultura.