Como WR42e fue bautizada la hasta ahora desconocida estrella, que tendría al menos cien veces la masa del Sol y que fue descubierta en medio de más de 200 millones de estrellas en la Vía Láctea por el astrónomo, académico e investigador de la Universidad de La Serena, Dr. Alexandre Roman Lopes.

De acuerdo a los sondeos basados en observaciones hechas con el telescopio SOAR instalado en Cerro Pachón en la Región de Coquimbo, el astro tendría no más de 1 millón de años de antigüedad y al parecer fue “eyectado” de la región en la que se formó, NGC3603, localizada a aproximadamente 25 mil años luz del Sol.

“Es como encontrar un grano de arena especial en medio de una playa entera”, señaló sobre su descubrimiento el astrónomo brasileño, quien es académico del Departamento de Física de la ULS.

Añadió que se trata de una estrella muy rara, que al fin de su existencia podría generar elementos químicos esenciales para la formación y el desarrollo de la vida como la conocemos en la Tierra.

El Dr. Roman Lopes explicó además que WR42e podría haberse formado en el núcleo del cúmulo galáctico NGC3603, en donde una infinidad de estrellas se concentran en un espacio relativamente pequeño, provocando interacciones gravitacionales potentes que serían la posible causa de la expulsión de la estrella de su lugar de nacimiento.

Este importante descubrimiento fue publicado en la revista de la Real Sociedad Británica, llamada Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (MNRAS).