El proyecto de ley sobre el matrimonio y la adopción homosexual, que transformará la sociedad francesa, fue adoptado el miércoles por el Consejo de Ministros, pese a la frontal oposición de líderes religiosos y de la derecha.

La ley sobre el matrimonio homosexual representa un avance “para toda la sociedad”, declaró el presidente socialista François Hollande, que prometió durante su campaña electoral presentar esa ley en los primeros meses de su quinquenio.

La legislación, que extenderá a los miembros del mismo sexo el actual acuerdo sobre el casamiento y abrirá la adopción a las parejas homosexuales, constituye “un avance no sólo para unos pocos, sino para toda la sociedad”, afirmó Hollande en el Consejo de Ministros, indicó la portavoz del gobierno, Najat Vallaud-Belkacem.

Hollande ha prometido que la ley que autoriza el matrimonio y la adopción homosexual entrará en vigor en el transcurso del 2013, lo que convertiría al país galo en el noveno país de la Unión Europea que cambia su legislación para autorizar el matrimonio de gays.

La adopción de esa iniciativa “es una etapa importante hacia la igualdad de derechos”, opinó la ministra de la Familia, Dominique Bertinotti, al término de la reunión ministerial, precisando que el debate sobre el proyecto de ley continuará ahora en el Parlamento.

Bertinnoti rechazó que la legislación vaya a “destruir” la familia, como aseguran sus opositores, liderados por la Iglesia Católica y principalmente por el cardenal arzobispo de París, monseñor André Vingt-Trois. “Por el contrario, es una protección legal”, afirmó la ministra.

También líderes judíos, musulmanes, protestantes y budistas han expresado su desacuerdo con la iniciativa socialista, que tampoco goza de unanimidad en sectores de izquierda.

Por su parte, las asociaciones homosexuales le reprochan a esa legislación que no incluya cuestiones que juzgan prioritarias, como la procreación asistida (PMA).

La legislación aprobada por los ministros va mucho más lejos que el Pacto Civil de Solidaridad (PAC), que designa la unión civil entre dos personas del mismo sexo.

Aprobado en 1999, bajo el gobierno socialista de Lionel Jospin, el PAC no permite ni la adopción, ni los derechos a herederar ni a recibir la pensión del cónyugue, como lo hace el proyecto de ley aprobado este miércoles por el gobierno socialista.

La iniciativa de Hollande provoca también reticencias en una gran parte de la opinión pública en este país, donde hace 30 años la homosexualidad era todavía un crimen, y era tratada como una enfermedad mental hasta en 1992.

Según un sondeo publicado el pasado fin de semana, el número de franceses favorables al matrimonio entre homosexuales ha disminuido en el último año, pasando a un 58% en 2012 contra 63% en 2011.

Pero lo que suscita mayor oposición en la opinión pública no es el matrimonio gay sino la idea de que parejas homosexuales puedan adoptar.

En el mundo, son once los países que autorizan actualmente el casamiento entre personas del mismo sexo en todo su territorio: Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Dinamarca, Islandia y Argentina.

Otros países permiten, como lo hace Francia, uniones civiles entre dos personas del mismo sexo, como Alemania, Finlandia, Nueva Zelanda, Reino Unido, República Checa, Suiza, Irlanda, Colombia y Uruguay, que fue además el primer país latinoamericano que autorizó la adopción de niños por estas parejas en 2009.

En Estados Unidos, el matrimonio de personas del mismo sexo no es reconocido a nivel federal, pero es legal en los Estados de Connecticut, Iowa, Massachusetts, New Hampshire, Nueva York, Vermont y en la capital, Washington D.C.

El Estado de Maryland (noreste) aprobó este martes la legalización del matrimonio homosexual, mientras los pronósticos vaticinan que Maine (noreste) y Washington (noroeste) seguirían los mismos pasos.

En Brasil, la máxima corte brasileña reconoció hace un año la unión estable a parejas homosexuales, garantizándoles los mismos derechos que a las heterosexuales, y México autoriza el matrmonio gay en la capital federal.

Entre los países que actualmente permiten la adopción por homosexuales figuran España, Bélgica, Gran Bretaña, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Islandia, Holanda, Noruega y Suecia.