Tras la fuerte derrota sufrida por el oficialismo durante las elecciones municipales, el cambio de gabinete se transformó en una realidad inminente, hecho que se concretó durante la jornada del lunes, cuando los aspirantes a candidaturas salieron de La Moneda tras meses a la cabeza de los ministerios.

Con ocasión de este cambióio, el presidente Sebastián Piñera habló, pero con un tono distinto al habitual, un poco más amargo, un poco más desolado, afirmando que el gobierno lo ha hecho bien, pero que la gente no lo entiende.

Lo anterior puede deberse a una falla de origen, la cual recaería en que Sebastián Piñera no tiene credibilidad, ya que fue elegido como un ejecutivo, pero no como un político creíble, que además cometió dos graves errores al inicio de su mandato, ambos enfocados a la venta de acciones.

Sumado a esto existe un gran tema dentro del gobierno, el cual apunta a la presencia de Rodrigo Hinzpeter en el gabinete. Un ministro que se planteó una meta que no fue cumplida, un ministro que se quedó en La Moneda bajo el alero de la amistad, un ministro que entró dentro del juego de “la silla musical”, pasando a liderar la cartera de defensa y convirtiéndose en un caro precio a pagar para el presidente Piñera.

Pero no sólo Hinzpeter se quedó, sino que también varios personajes políticos que se esperaba comenzaran sus carreras parlamentarias. ¿Qué pasó?, posiblemente esto se deba a una gran desconfianza en torno a un eventual éxito electoral, una desconfianza que nace tras la gran derrota municipal que golpeó a la oposición, quitándole incluso algunas comunas ‘tradicionales’.

La verdad, es que este cambio de gabinete indica que la carrera presidencial ha comenzado, y que el gobierno termino, o por lo menos ha comenzado a terminar.

El comentario es de Tomás Mosciatti para BioBioChile.Cl

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