El cambio de Gabinete fue algo que ya se preveía antes de las elecciones municipales, pero que tomó fuerza tras las sentidas derrotas que sufrió el Oficialismo en diversas comunas del país, hecho que analizó en su columna Nibaldo Mosciatti.

Así a su parecer la modificación fue una reacción al “verdadero cachetazo” que sintió la coalición gobernante, lo que a su juicio debe relativizarse “pues fue tan alta la abstención que las derrotas o victorias del domingo tienen que tomarse con mucha precaución”.

Siguiendo con ello el periodista manifestó que el ciclo del Presidente Piñera en La Moneda estaba terminando, alertando respecto de cómo las acciones de la Alianza han instalado el concepto de que ya se terminó el período, en lo que podría ser una revancha de los partidos oficialistas ante un Presidente tan individualista.

Ante esto, a su juicio, el gran desafío para la Alianza y la Concertación será escuchar a la ciudadanía, donde -según Piñera- el problema del Gobierno es simplemente comunicacional, pues “sus logros no son percibidos como que favorecen la vida cotidiana de las personas.

Según Mosciatti, quizás el problema más profundo es que “la ciudadanía quiere participar”, donde ello no es sólo votar cada 4 años, tal como ha quedado de manifiesto en Freirina, con vecinos de termoeléctricas o Aysén.

Así las autoridades se eligen “no para que hagan lo que se les ocurra, sino lo que la ciudadanía les pide”, lo que supone “ceder poder”, y el que “aspira a eso” podría tener buena parte de la campaña a su favor.

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