Los diez electores del diminuto caserío de Dixville Notch, en los confines del noreste de Estados Unidos, dieron inicio simbólicamente a las elecciones al votar en la medianoche del lunes al martes y arrojar un inédito empate 5-5 entre ambos candidatos.

A las 0H00 locales (05H00 GMT), Tanner Tillotson, el primer votante de los 200 millones que están llamados a elegir entre el presidente demócrata Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney, depositó su boleta en una tradicional urna de madera.

“Voté por Barack Obama”, dijo este marinero de 24 años.

Cinto votos fueron para Obama y los otros cinco para Romney.

“Esto nunca había pasado, nunca habíamos tenido un empate”, dijo el escribano al anunciar los resultados.

Este pequeño y aislado caserío está situado a una treintena de kilómetros de Canadá en los montes Apalaches, en el estado nororiental de New Hampshire.

Desde 1969 su único centro de votación, instalado en un hotel, es el primero que abre cuando se celebran elecciones presidenciales.

Los candidatos republicanos siempre han ganado en Dixville Notch, excepto en 2008, cuando un demócrata, Obama, se llevó por primera vez la mayoría.