La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció este lunes la ampliación de los subsidios para 1,5 millones de personas del noreste y una parte del sudeste del país, golpeados por la peor sequía de los últimos 40 años.

“La situación en el semiárido del noreste y norte de Minas (Gerais) continúa muy grave, por causa de la sequía, una de las peores de los últimos 40 años”, alertó Rousseff en su programa semanal de radio.

A raíz de ello, el gobierno decidió extender por dos meses la ayuda económica para los pequeños agricultores, además de otras medidas para paliar su situación.

“Esta renta que transferimos (…) es, para muchas familias, la única alternativa para no pasar hambre, porque, sin producción agrícola, no tienen qué comer ni vender”, afirmó la mandataria.

Además de Minas Gerais, la prolongada falta de lluvias afecta a los estados de Bahía, Pernambuco, Piauí y Sergipe, donde se registran los peores índices de pobreza y de infraestructura de Brasil.

En junio Rousseff lanzó un primer paquete de ayuda que incluía la entrega de subsidios de 200 dólares para las familias más afectadas. Con la ampliación de la ayuda, cada una de ellas recibirá ahora 275 dólares mensuales, indicó la presidenta.

También “autoricé al Ejército brasileño a contratar otros 906 camiones cisterna, que se sumarán a los 4.082 que ya están llevando agua para la población del noreste y del norte de Minas Gerais”, destacó.

Rousseff anunció, además, la transferencia de más recursos para los estados en emergencia y la venta a precios subsidiados de maíz para los afectados.

La sequía redujo la producción de soja, maíz, arroz y frijol en el primer semestre, lo que incidió en parte en el desempeño del PIB, que avanzó apenas 0,6% en ese período.