Y terminó por explotar la bomba de tiempo que era los líos del referato chileno.
Lo hizo la noche del lunes el referee activo Cristian Basso, tras la reunión del sindicato de en la que se analizaron las denuncias presentadas por Juan Donaire, Cristian Ramirez y Sergio Erices en contra de Mario Sánchez, en las que narraban la existencia de un “Club de Poker”, encabezado por el ex juez internacional, en el que se fraguaban las desiginaciones de los partidos de cada jornada.
“He decidido terminar con la mentira. En esos lunes se reunía con siete árbitros para jugar poker. Consistía en que jugábamos diez mil pesos cada uno y en el momento del mano a mano con Sánchez, aunque uno tuviera la mejor mano, uno decía ‘no voy. Dejo los diez mil pesos y me voy a mi casa’. Después de las botellas de vino y en su estado de emborrachez (sic) con todas sus letras y que lo siguió por años, él empezaba a designar: ‘tú vas para Arica, tú a Iquique’”, indicó Basso.
“Dejarse ganar. Tú me das y yo te doy. Yo al principio, salía a las 2:00 ó 2:30 am. Cuando vi y detecté que dejar los diez mil pesos, era la vía para salir del departamento, a las 22:00 quedaba mano a mano, me jugaba el ‘all in’ y me iba a casa. Era la forma de arrancar de ahí”, amplió el juez de Primera B.
El juez denunció amenazas cuando consultó a Iván Guerrero el motivo de una reciente sanción en su contra: “En una llamada telefónica él me dice: ‘¿Qué pretende usted, hacer la guerra? Le doy un consejo: en la guerra, pierden los más débiles’”.
Basso, quien debe dirigir hoy por Copa Chile el juego entre Trasandino y Unión Española, conmentó otras irregularidades de Sánchez: “Él, en cinco oportunidades ha visto al señor José Ángel Campusano, del que habla Iván Guerrero en un correo. Campusano tiene cierto “peso corporal”, que son dos kilos por sobre el peso permitido, pero él, como el señor (Patricio) Blanca, está por sobre el peso permitido y sigue arbitrando. Ahí está la mano del señor Sánchez”.
“Hay más cosas, pero son difíciles de recordar. Lo más probable, es que por dar la cara, por decir la verdad siendo un árbitro activo. Hoy lo soy, pero tengo temor a que sea el próximo exonerado. Prefiero hablarla ahora y asumiendo toda la responsabilidad si es que mis declaraciones no se ajustan a la verdad”, cerró el colegiado.