Una marca deportiva australiana, que trabaja entre otros con la Federación Australiana y el equipo profesional Rabobank, anunció el domingo que va a pedir 2 millones de dólares (1,56 millones de euros) a la Unión Ciclista Internacional (UCI) por el ‘caso Armstrong’.

“Es por la manera en la que la UCI, (los presidentes) Henricus Verbruggen y Patrick McQuaid, han organizado la lucha antidopaje, comunicado y luego gestionado el caso de Lance Armstrong. Esa es la principal causa de la pérdida total de confianza del público en el ciclismo profesional, algo que paga Skins, como patrocinador y como marca deportiva”, declaró la empresa en una carta fechada el 2 de noviembre, enviada a la UCI y publicada el domingo en su web.

“Se debe a los actos y las omisiones de la UCI (…) que Skins ha sufrido un perjuicio, que supera los 2 millones de dólares, que es la suma que vamos a solicitar por vía judicial”, que contempla también la posibilidad de llegar a “una solución negociada”.

La empresa argumenta que ha invertido mucho “en investigación y desarrollo”, convencida de que “el ciclismo profesional había hecho las reformas fundamentales que permitían circunscribir el dopaje y minimizar los riesgos de escándalos a los que un patrocinador podría verse asociado”.

La marca deportiva, colaboradora también de la Federación Estadounidense, la Neozelandesa y el equipo Europcar, pidió un cambio en la cabeza de la institución que ha sido dirigida “estos 22 últimos años por esos dos hombres”.

El 10 de octubre, la Agencia Antidopaje Estadounidense (USADA) publicó un informe de 202 páginas, acompañado de 1.000 páginas de testimonios y estudios, denunciando el sistema de dopaje puesto en marcha por Lance Armstrong. El estadounidense ha sido desposeído de sus resultados desde el 1 de agosto de 1998, lo que incluye sus siete Tours de Francia.