Dos choferes y un auxiliar suspendidos fue el balance preliminar de la novena fiscalización por fines de semana largo, practicada en trece regiones del país por la Dirección del Trabajo.

En lo que va del año el servicio ha realizado 1.261 inspecciones programadas y aplicado multas por más de 1.300 millones de pesos.

Esta vez las inspecciones se han realizado entre el 30 y el 31 de octubre, previéndose un total de 140 buses controlados para verificar que sus tripulaciones cumplen con sus jornadas de trabajo y descanso.

La fiscalización fue encabezada en el Terminal de Buses Santiago, en la Región Metropolitana, por la directora del Trabajo, María Cecilia Sánchez, junto al subsecretario del Trabajo, Bruno Baranda y la subsecretaria de Transportes, Gloria Hutt, cuyos fiscalizadores controlaron el uso del cinturón de seguridad y las condiciones mecánicas de los vehículos.

Las autoridades concurrieron a la estación de buses repleta de pasajeros que se prestaban a pasar el fin de semana largo fuera de la capital.

Sánchez informó que “durante 2012 se han realizado 1261 fiscalizaciones a nivel nacional, cursándose 812 sanciones, por montos que superan los 1.300 millones de pesos”.

Por su parte, Baranda recalcó que estás fiscalizaciones enfatizan, en primer lugar, “verificar que los equipos para controlar la jornada estén instalados y en uso y que las jornadas de trabajo se respeten y cumplan” con el objetivo de disminuir la accidentabilidad en este sector.

Simultáneamente, los directores regionales del Trabajo realizaron fiscalizaciones en trece regiones, excepto Aysén y Magallanes.