Buena parte de la actividad económica del noreste de Estados Unidos seguía paralizada este martes por segundo día consecutivo, mientras comercios y propietarios de viviendas comienzan a evaluar los millones de dólares en pérdidas que deberán enfrentar tras el paso del huracán Sandy.

Mientras los principales mercados de valores estuvieron dos días cerrados por primera vez desde los ataques terroristas del 11 de setiembre de 2001, el transporte continúa sin funcionar y más de ocho millones de clientes de las compañías de electricidad están sin luz.

La empresa especializada Eqecat señaló que los daños totales por el huracán podrían rondar entre 10.000 millones y 20.000 millones de dólares, la mitad de ese total correspondiente a perjuicios sin seguros.

Los economistas señalan que incluso considerando el dinero que será necesario para recuperar la actividad y reconstrucción, las pérdidas para la economía en su conjunto podrían alcanzar los 50.000 millones de dólares, un duro golpe al crecimiento del cuarto trimestre.

“Este apagón comercial de la costa este podría resultar en pérdidas para el producto bruto interno que podría superar los daños por infraestructura”, dijeron Gregory Daco y Nigel Gault de IHS Global Insight.

El gigantesco huracán que tocó tierra en Nueva Jersey en la noche del lunes convirtió a cuatro de las mayores ciudades del país, que son también centros económicos, en ciudades fantasma, incluyendo a Nueva York, capital mundial de las finanzas.

El barrio financiero de Manhattan estaba desierto el martes por la mañana. Muchos operadores y analistas trabajaban desde sus casas, organizando teleconferencias con sus clientes.

Las sedes de los bancos Goldman Sachs, Citigroup y New York Mellon permanecían cerradas.

La bolsa de Nueva York no había interrumpido actividades dos días seguidos por causa del clima desde las jornadas del 12 y el 13 de marzo de 1888, cuando la ciudad quedó sepultada bajo nieve.

Los operadores esperan poder retomar actividades el miércoles toda vez que los locales donde funciona el parquet no se vieron afectados por el agua.

Los daños comenzaron recién a ser evaluados, pero algunos expertos señalan que las pérdidas por cierre de comercios podrían duplicar los perjuicios físicos tangibles por causa de la tormenta.

La agencia calificadora Fitch Ratings advirtió que si bien “muchas pólizas de seguro se verán afectadas” podrían producirse “interrupciones significativas” de la actividad comercial mientras se restablece la energía y otros sectores dañados.

“Esta tormenta masiva está impactando una amplia variedad de negocios en áreas densamente pobladas, incluyendo minoristas, oficinas corporativas, transporte, fábricas, y plantas de energía”, ejemplificó.

Los economistas de IHS estiman las pérdidas físicas tangibles en unos 15.000 millones de dólares, como las que dejó el huracán Irene el año pasado.

Pero “siendo Sandy un huracán mucho mayor, es probable que finalmente cause más daños por inundaciones que su par de 2011, lo cual podría incrementar las estimaciones”, indicaron.

Aunque son importantes, ninguna de estas cifras se compara con los 120.000 millones de dólares de daños que dejó el huracán Katrina en 2005, que devastó la costa del golfo de México.