Unas 3.500 personas seguían evacuadas este martes en la provincia de Buenos Aires, la más grande de Argentina, por el temporal que dejó dos muertos el lunes, mientras un puente que unía dos ciudades en Santa Fe cayó por las fuertes lluvias, informaron autoridades.

“Hay 3.483 evacuados en la provincia de Buenos Aires”, dijo al canal TN el titular del Consejo de Emergencias del distrito, Luciano Timerman, quien añadió que se está “trabajando desde muy temprano para que la gente pueda volver lo más rapido posible a sus casas”.

También en la provincia de Buenos Aires (centro-este), una tormenta de viento con ráfagas de hasta 110 km por hora hizo volar los techos de muchas viviendas y causó importantes destrozos la noche del lunes en el pueblo Río Tala (2.700 habitantes), donde una decena de personas sufrieron lesiones leves.

Los fuertes vientos arrasaron con establecimientos históricos de la localidad ubicada a 160 km al norte de Buenos Aires y con varios de los llamados “boliches de campo”, bares rurales muy visitados por turistas.

Esa provincia de 15,6 millones de habitantes, sobre una población total de 40 millones de habitantes en Argentina, fue una de las más golpeadas por las tormentas con valores de precipitaciones inusuales para el mes de octubre y donde se registraron los dos muertos el lunes.

En sólo seis horas, entre las 03H00 y las 09H00 locales (misma hora de Chile), del lunes se registraron 87,4 milímetros de lluvias, mientras que el promedio para todo el mes de octubre es de unos 110 milímetros, dijo el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

En la provincia de Santa Fe (centro-este), un puente que unía las ciudades de San Lorenzo (45.000 habitantes) y Puerto General San Martín (10.500) cedió este martes debido a que las intensas lluvias elevaron el caudal del arroyo San Lorenzo socavando la estructura de esa vía.

El alcalde de San Lorenzo, Carlos de Grandis, dijo que el derrumbe afectó “especialmente el paso vial urbano que une San Lorenzo y Puerto General San Martín”.

La capital argentina se reponía lentamente este martes de las consecuencias del temporal que anegó las principales avenidas, paralizó el servicio de trenes y el metro y dejó sin energía elétrica a amplias zonas del distrito de tres millones de habitantes.

Muchos comerciantes seguían desagotando este martes sus tiendas inundadas, mientras en la zona de Belgrano, al norte de la capital, los locales de ropa ofrecían a precios ínfimos su mercadería casi arruinada por el agua.