El sexteto nacional se encontró con un cuadro poderoso en la disputa de la medalla de bronce del XXI campeonato sudamericano juvenil masculino de vóleibol. Venezuela había perdido el cruce de semifinales ante Brasil, jugando de gran forma, por eso, era una misión difícil la que tenían los dirigidos de Nejamkin, vencer a un poderoso de Sudamérica y de paso clasificar al Mundial de Turquía.

Chile comenzó el partido con lo mejor que tenía, Guerra, Araya, Parraguirre, Bonacic, Zavala y Banda. Venezuela lo hizo con Brito, Rodríguez, Arteaga, Rivas, Quijada y Martínez.

Desde el primer punto se notó que los venezolanos iban a presionar con el servicio. La recepción de nacional no fue de lo mejor, y el bloqueo tampoco pudo contrarrestar los embates llaneros. Sin embargo, La Roja se las ingenió para mantenerse cerca en el marcador, pero nunca pudo ponerse en partido, para disputar el set.

El segundo parcial fue el peor set de Chile en el certamen. No tuvo respuestas y Venezuela, ganó con comodidad, con aciertos y con los errores nacionales en la recepción y en el ataque.

Así se llegó a la tercera manga. Venezuela nunca le dio oportunidades a los nacionales, cometió el mínimo de errores, jugando un partido casi perfecto. Parraguirre y Bonacic, no pudieron con el bloqueo del rival y las opciones de Chile se fueron escapando a medida que pasaban los puntos, para terminar cayendo por 20 a 25. Venezuela vuelve a un Mundial después de 11 años, jugando el mejor partido del campeonato, ante el cuadro más joven del certamen.

Daniel Nejamkin, técnico de la roja, felicitó a la “vinotinto” por la clasificación al Mundial, y resumió lo sucedido en la cancha, “Mi equipo no consiguió repetir lo que venía realizando en el torneo y Venezuela jugó el mejor partido de la competencia, así era muy difícil ganar el compromiso”, señaló Nejamkin.

En todo caso, la escuadra nacional, tendrá su revancha dentro de una semana, cuando en nuestro país, se juegue el Campeonato Sudamericano Masculino de Menores de Vóleibol. El equipo será el mismo, y sólo faltara Vicente Parraguirre, el único juvenil que asistió al certamen en Brasil. En casa, Chile buscará los boletos al Mundial de México, una meta que no es muy lejana, para un equipo que de seguro cambiará la historia de vóleibol nacional.