Italia está pasando definitivamente la página de la era Silvio Berlusconi, quien, dos días después de decidir no presentarse a las elecciones, fue condenado por fraude fiscal, un símbolo en la era de su sucesor, el austero Mario Monti.

Salvo la ex modelo Daniela Santanché, representante de los sectores más de derecha de la formación de Berlusconi, quien aconseja a Il Cavaliere, “volverse a presentar para dar batalla contra los jueces que quieren matarlo”, editorialistas y expertos pronostican el final de la vida política de este hombre de 76 años.

Sin embargo, Berlusconi afirmó este sábado sentirse “obligado” a proseguir su actividad política para “reformar” a la justicia, sin brindar mayores precisiones.

Tres días antes, el miércoles, Berlusconi había anunciado oficialmente que retiraba su candidatura al cargo de jefe de gobierno de Italia para las elecciones legislativas del 2013, sin por ello afirmar que abandonaba toda actividad política.

Berlusconi tal vez nunca cumpla la pena de cuatro años de cárcel que ya se redujeron a uno por una amnistía. La lentitud de la justicia italiana probablemente lleve a que tras la apelación y un posible recurso en casación transcurra el período previsto para que prescriban los hechos juzgados, que tuvieron lugar hace ya 18 años. Il Cavaliere, quien ya fue primer ministro en 1994, había sido condenado anteriormente en tres oportunidades en primera instancia.

No obstante, en esta oportunidad, las motivaciones del tribunal pueden considerarse “infamantes”, como lo indicó parte de la prensa italiana.

Según este tribunal, Berlusconi demostró “una particular capacidad para cometer delitos”, al “ejecutar su designio criminal”, y fue “el inventor de una evasión fiscal científica y sistemática de excepcional alcance”.

Para el diario de centro-izquierda La Repubblica, “se termina así, con una clara sanción judicial, muy dura y, sobre todo, infamante, una titánica aventura nacida en la televisión y terminada en el tribunal: pero ya estaba muerta en la política”.