El huracán Sandy avanzaba el viernes por Bahamas con vientos máximos de 120 km/h, tras haber dejado 38 muertos en Cuba, Haití y Jamaica, mientras traía lluvia a Florida en momentos que se teme que el ciclón genere una tempestad monstruosa, peor que Irene en 2011, en la costa este de Estados Unidos.

El boletín de las 21H00 GMT del Centro Nacional de Huracanes (CNH), en Miami, indicó que Sandy se alejaba lentamente de Gran Abaco, de la que se encontraba a 100 km al norte, y se situaba a 670 km al sur-sureste de Charleston, en Carolina del Sur, desplazándose a 11 km/h.

Expertos en meteorología advirtieron el viernes que el impacto de la ahora bautizada “Frankenstorm” -por la cercanía del ciclón con la celebración de Halloween el miércoles que viene en Estados Unidos- podría superar en fuerza y en extensión a Irene, el huracán que el año pasado dejó 47 muertos y pérdidas por 10.000 millones de dólares en el este de Estados Unidos.

El huracán Sandy, ahora de categoría uno en la escala de cinco niveles Saffir-Simpson, dejó 11 muertos en Cuba, 26 en Haití y uno en Jamaica, además de dañar miles de casas, anegar cultivos y derribar árboles por sus copiosas lluvias y vientos máximos de 165 km/h cuando pasó por esas islas del Caribe como un ciclón categoría dos.

Sandy se desplaza desde el jueves por Bahamas en paralelo a la costa este de Estados Unidos, pero las predicciones de los expertos indican que el martes chocará con un frente frío del norte, lo cual podría causar un fenómeno muy violento que se sentiría en Richmond (Virginia), Washington DC y Nueva York, entre otras de las ciudades más pobladas del país.

“En comparación con Irene, esperamos un impacto mucho más amplio. Lo mismo con el viento”, dijo James Franklin, jefe del CNH, durante una conferencia de prensa telefónica.

En agosto de 2011, Irene golpeó áreas en Carolina del Norte, Virginia, Nueva Jersey y Vermont.

Franklin indicó que la diferencia entre un ciclón tropical típico y en lo que Sandy podría convertirse una vez que se encuentre con la otra tormenta fría es lo que dejaría un “área muy, muy extensa (del país) en medio de un campo de viento uniforme” y fuerte.

Para Craig Fugate, director de la oficina de emergencia federal FEMA, se trata de “una gran tormenta y su impacto se sentirá mucho más allá de su centro”, según señaló en un comunicado, en el cual llamó a la población de Florida a mantenerse alerta mientras se monitorea la trayectoria de Sandy desde Atlanta, Filadelfia, Nueva York y Boston, precisó.

Pese al debilitamiento del huracán, el CNH emitió advertencias de tormenta tropical hacia el norte de la costa este de Florida hasta zonas costeras de Carolina del Norte, donde se teme que el ciclón arribe el lunes en la noche o martes en la mañana convertido en un poderoso fenómeno cargado de lluvias intensas y fuertes vientos que se sentirían en varios estados del este y norte del país.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, anunció que la ciudad comenzó a prepararse para el posible arribo de Sandy, tal como se hizo por Irene en agosto de 2011, cuando 370.000 personas abandonaron sus hogares en forma preventiva en el sur de Manhattan.

“No tenemos idea si va a ser como Irene. Es una tormenta potencialmente peligrosa. Algunos pronósticos dicen que se va a debilitar, otros dicen que se va a reforzar, otros que va a golpear al sur o al norte de nosotros. En realidad nadie sabe”, dijo Bloomberg el viernes en una conferencia de prensa.

La Marina estadounidense decidió enviar a alta mar a una veintena de navíos militares actualmente amarrados en la base naval de Norfolk (Virginia, este) y en sus cercanías, en previsión del paso en las próximas 48 horas del huracán.

En la zona costera del sur y centro de Florida, donde se encuentran los balnearios de Miami Beach, Palm Beach, hasta las playas de Daytona Beach o Cabo Cañaveral, los vientos podrían exceder los 80 km/h en las próximas horas.

En Miami, las escuelas públicas suspendieron las clases mientras desde la noche del jueves se sentían fuertes ráfagas de vientos que hicieron explotar algunos cableados eléctricos, y una lluvia incesante que varía de intensidad a cada hora mantenía en alerta a los residentes y turistas de las áreas del centro, las playas y el sector financiero de la ciudad.