Un niño irlandés de nueve años descubrió un mensaje en una botella lanzada al mar en las costas de Canadá hace ocho años, y logró contactar a las dos jóvenes que escribieron el mensaje y con quienes se comunicó el martes.

Charlene Dalpe y Claudia Garneau, de Montreal, tenían 12 años cuando pusieron el mensaje en la botella y la tiraron al mar durante unas vacaciones en la región de Gaspesie, en la provincia canadiense de Quebec.

El jueves pasado, Oisin Millea descubrió el mensaje, fechado el 4 de junio de 2004 dentro de una botella de plástico verde de dos litros. Estaba en una playa cercana a su domicilio en el pequeño pueblo de pescadores de Passage East, en la costa sureste de Irlanda.

El hallazgo se produjo luego de varios días de mareas altas y violentos vientos en la costas irlandesas.

“Había una gran cantidad de objetos. Creí que sólo había una etiqueta dentro de la botella, pero cuando vi la cinta para el cabello utilizada para matenerla cerrada, la abrí”, contó Oisin.

Dentro, el mensaje estaba intacto: “Hola, somos dos niñas que tuvieron la idea de lanzar una botella en el mar. Nos llamamos Charlaine y Claudia. Las dos tenemos 12 años y vivimos en Montreal. Estamos de vacaciones en Gaspesie, en la villa de Grande Vallée. Tuvimos la idea de lanzar la botella al mar porque vimos un show de TV sobre gente joven que ponía mensajes en botellas. Si encuentras nuestra botella, cuéntanos dónde y cómo la hallaste. También dínos tu nombre, edad, lugar de residencia. Ejemplo: París, Miami, etc… Para contactarnos escríbenos a: cheval-rouge95@hotmail.com”.

“No entendí ni una sola palabra, ya que estaba escrito en francés, pero vi la fecha y una dirección de correo electrónico”, explicó el joven.

“Corrí a casa y mi madre me ayudó a utilizar internet para traducir” el mensaje, agregó.

La botella había cruzado el Océano Atlántico, subió el estuario de Suir, en Irlanda, y quedó varada en la playa en donde Oisin jugaba con amigos.

Las chicas que escribieron el mensaje no habían indicado su apellido y la dirección de correo electrónico no era válida.

Una campaña por televisión y en las redes sociales de ambos lados del océano permitió dar el martes en Montreal con las dos mensajeras, que hoy tienen 20 años.

Charlene y Claudia contactaron a Oisin para conversar por Skype, en la que les mostró la botella y el mensaje de hace ocho años.

Las jóvenes mostraron su asombro de que alguien haya podido encontrar el mensaje del otro lado del océano después de tantos años.

La madre de Oisin declaró que esta historia colocó a su hijo en el centro de atención de la prensa.

“El teléfono no deja de sonar, todas las radios y los diarios quieren absolutamente hablar con Oisin”, dijo.

Dylan Vaughan | Global News

Dylan Vaughan | Global News