Luego de que en agosto se descartara la posibilidad de exhumar las osamentas del cementerio pehuenche inundado tras la construcción de la central Ralco, el Gobierno entregó una propuesta para compensar a las familias afectadas por la situación.

En 2004, el denominado Panteón Quepuca quedó bajo 60 metros de agua debido al llenado de la represa del megaproyecto energético, emplazado en Alto Bío Bío, sin que se retiraran con antelación las osamentas.

Desde que ocurrió la inundación, el grupo formado por cerca de 25 familias afectadas solicitó a las autoridades la exhumación de los restos, opción que quedó descartada debido a su alto costo y peligrosidad.

Julio Anativia, director regional de la Conadi, informó que hubo una reunión con los representantes de las familias, en la que se les entregó una propuesta que considera un reconocimiento simbólico al daño, además de un plan de trabajo para el sector.

En respuesta, las familias indígenas presentaron una contra-propuesta, la cual será revisada por las autoridades de gobierno.

En la cita, también se acordó llevar a cabo una nueva reunión antes de fin de año, esta vez con la participación de la empresa Endesa.

La idea del futuro encuentro será conocer la respuesta del Gobierno al planteamiento de las familias indígenas y conocer el aporte que hará la generadora al conflicto por la inundación del cementerio pehuenche.