El director de “Top Gun”, Tony Scott, tenía niveles terapéuticos de antidepresivos y somníferos en su cuerpo cuando se suicidó tirándose de un puente en San Pedro, California (oeste de EEUU), informó este lunes el instituto de medicina forense de Los Angeles.

Scott no padecía ninguna enfermedad o mal que amenazara su vida, agregaron los forenses, contradiciendo rumores iniciales.

Hollywood quedó boquiabierto cuando el artista británico de 68 años murió en agosto al saltar del puente Vincent Thomas en la bahía de Los Ángeles.

La oficina forense informó que la autopsia mostró niveles terapéuticos del antidepresivo mirtazapine, cuyo nombre comercial es Remeron, y del somnífero zopiclone (Lunesta) en su cuerpo.

La causa de su muerte fue suicidio causado por múltiples heridas y ahogamiento, dijo el portavoz Ed Winter.

En tanto, el investigador forense Craig Harvey dijo al diario local Los Angeles Times que Scott no tenía ninguna enfermedad mortal subyacente. “No hay evidencia de neoplasia (cáncer)”, afirmó al diario.

Los reportes iniciales sugerían que Scott había sido diagnosticado de un cáncer de cerebro imposible de tratar, pero su viuda Donna Wilson había descartado estos rumores como “absolutamente falsos”.

Scott era hermano menor del también cineasta Ridley Scott, realizador de filmes como “Gladiador” y “Blade Runner”.

Nacido en Gran Bretaña en 1944, alcanzó el éxito a mediados de los años ochenta del siglo pasado, cuando dirigió “Top Gun”, una película de acción sobre el cuerpo de élite de la Marina, con Tom Cruise en el papel principal.

Fue uno de los filmes más exitosos de 1986, al recaudar más de 176 millones de dólares, e impulsó las carreras de Scott y Cruise.

Además de “Top Gun”, Scott dirigió “Enemy of the State”, “Beverly Hills Cop II”, “Spy Game”, “Unstoppable” y “Crimson Tide”, una película de suspenso sobre submarinos protagonizada por Gene Hackman y Denzel Washington.