Un grupo de exsoldados que reclama al gobierno argentino que los reconozca como ex combatientes de la Guerra de Malvinas en 1982, comenzará el lunes una huelga de hambre, en el campamento instalado desde hace cuatro años en la Plaza de mayo, frente a la Casa Rosada.

Los exsoldados que comenzarán la huelga de hambre serán 12 y anunciaron a la prensa local que la harán por “tiempo indeterminado”, hasta que el gobierno atienda su situación.

Los exsoldados reclaman que el Estado los reconozca formalmente como veteranos de la Guerra de Malvinas, tras su participación en tareas de defensa y logística en el litoral marítimo patagónico durante el conflicto bélico que enfrentó a Argentina con Gran Bretaña en 1982.

Sin embargo, el gobierno, desde hace tres décadas, argumenta que los exsoldados no combatieron en las islas, sino que permanecieron en el continente, y por ende no pueden ser considerados “veteranos de guerra”.

Carlos Gutiérrez, uno de los líderes del grupo, señaló a Noticias Argentinas que están dispuestos “a dejarse morir en la plaza”.

Los 12 exsoldados representan a 8.000 conscriptos que estuvieron “bajo bandera” durante el conflicto armado, pero que no concurrieron a las Islas Malvinas, sino que realizaron tareas de logística y defensa en el continente.

El campamento en la Plaza de Mayo, epicentro de la capital argentina, lleva cerca de 1.700 días de duración, desde que comenzó el 28 de febrero de 2008, siempre con el mismo objetivo final, el que sus integrantes sean reconocidos como veteranos de guerra.

“Nuestra decisión es el resultado del maltrato recibido a lo largo de estos 30 años, un trato injusto e inmoral acompañado de una indiferencia humillante”, sostienen en un comunicado de prensa los exsoldados, que cuentan con el respaldo de numerosos organismos de Derechos Humanos.