Tres personas resultaron muertas y otras cuatro heridas luego de que un hombre armado entrara en un spa en un centro comercial en el estado de Wisconsin (centro-norte de Estados Unidos) y abriera fuego indiscriminado, afirmó la policía este domingo.

El hombre también podría haber dejado en el lugar lo que parece ser un improvisado artefacto explosivo, que impediría a la policía que lo busque en el edificio de dos plantas, afirmó a la prensa el jefe de policía de Brookfield, Daniel Tushaus.

“Nuestra operación entera se centra en encontrar al sospechoso”, afirmó Tushaus. “Todavía estamos buscando en una parte del salón” de belleza o spa donde ocurrió el incidente, añadió.

Tushaus proporcionó pocos detalles sobre los motivos que llevaron al sospechoso de 45 años Radcliffe Haughton a realizar algo así, pero los medios locales hablan de que estaba en medio de un difícil divorcio de su mujer, que trabajaba en el spa Azana, donde tuvieron lugar los hechos.

Su exmujer había obtenido una orden judicial para que Haughton se mantuviera alejado de ella, no la contactara y entregara sus armas, afirmó el canal TMJ4 News.

La policía afirmó que había rodeado la casa del sospechoso en el cercano barrio de Brown Deer.

Se cree que las otras cuatro víctimas no están gravemente heridas. Sin embargo una de las mujeres que fue herida de bala en el cuello podría estar embarazada de seis meses, según informó TMJ4 News.

Las imágenes de televisión mostraban más de una decena de ambulancias en el aparcamiento del centro comercial, que fue evacuado al menos parcialmente. Los equipos de la policía también se encontraban en el lugar.

La Casa Blanca afirmó que el presidente Barack Obama había sido brevemente informado sobre el incidente y añadió: “Los pensamientos y oraciones del presidente y la primera dama están con las víctimas de este horrible tiroteo y sus familias”.

“Mientras esperamos a más detalles sobre el tiroteo ocurrido hoy en Brookfield, Tonette y yo enviamos nuestros pensamientos y oraciones a las víctimas”, afirmó por su lado el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, en un comunicado.

“Los actos de violencia sin sentido nos dejan con corazones pesados y muchas preguntas. Nuestro estado apoyará a las víctimas y sus familiares y les facilitaremos las medidas de cumplimiento de la ley y de apoyo comunitario que necesitan para curarse en los próximos días”, señaló.

Un testigo de lo ocurrido, Christopher Pfeiffer, declaró que se encontraba de camino a una librería en el centro comercial cuando vio a una joven mujer descalza corriendo en el aparcamiento.

“Estaba gritando, desgañitándose, llorando histéricamente. Estaba pidiendo ayuda”, dijo Pfeiffer, de 47 años, al diario Milwaukee Journal Sentinel.

“No dejaba de decir ‘han disparado a mi madre’. Y mencionaba que había un hombre armado. Corrió hacia la librería y la seguí. Pero la observaba desde lejos”, dijo

Por su parte David Gosh, describió también al diario Milwaukee Journal Sentinal cómo una mujer salía de un spa en dirección a la carretera mientras gritaba y era perseguida por un hombre de raza negra con una pistola.

Gosh, que se encontraba de vuelta de una sesión de caza con su padre y un amigo, afirmó que la policía llegó poco después y que entonces el hombre con el arma corrió hacia el edificio “buscando una ruta para escapar”.

El padre de Gosh, John, afirmó que vio a dos mujeres heridas mientras eran sacadas del spa, una que al parecer había sido alcanzada en la pierna y otra en la espalda, según relató al periódico.

Cerca de dos kilómetros de allí, en el Hotel Sheraton, siete personas resultaron muertas y cuatro más heridas en un tiroteo en 2005. El agresor, que abrió fuego indiscriminado durante una misa en la Living Church of God, ubicada en el edificio del hotel, se suicidó posteriormente.