Cada vez se suman más enfermedades y riesgos para la salud relacionados con el consumo de margarina. Según diversos estudios, este producto y su composición en base a grasas trans sería causal indirecto de miles de muertes alrededor del globo.

La margarina, tradicional complemente de la ‘once’ en nuestro país, es “un compuesto en forma de emulsión líquida, obtenida de grasas vegetales o animales comestibles que no proceden de la leche y que es rica en grasas saturadas y grasas trans”, afirman desde la Universidad Señor de Sipán, de Perú, donde se ha indagado en la problemática de su ingesta.

Precisamente la presencia de grasas trans y sus derivados, constituyen la principal amenaza para la vitalidad humana. Este componente esencial ‘dispara’ el colesterol, multiplica las posibilidades de infartos y a su vez genera trastornos en la estructura celular.

Del mismo modo, una indagación del Archives of Neurology estadounidense asegura que la “combinación alimentaria de ese tipo contribuye a la formación de placas amiloideas y ovillos propios del mal de Alzheimer, acelerando el deterioro en la capacidad cognitiva”.

Se cree que en Estados Unidos 30 mil muertes al año están vinculadas a la alimentación en base a grasas trans. Debido a ello, desde el Gobierno han intentado prohibir su comercialización, sin embargo, las empresas se oponen debido a su bajo costo, el cual aliviana los gastos productivos.

En Europa ya se le dio tono de alerta al tema. Dinamarca se opuso a la venta de productos que contengan ácidos grasos trans, e igualmente a nivel continental ya es obligación que las etiquetas de los alimentos especifiquen la cantidad de grasas.

Lo anterior, a raíz de las presiones que fundó la cifra especulativa de 500 mil fallecidos por consumo de trans.

Nutrición de la mujer (C)

Nutrición de la mujer (C)

Chile, los últimos antecedentes

Nuestro país, con cifras de obesidad infantil cercanas al 20%, no se constituye como excepción frente a los casos planteados con anterioridad.

Según un estudio del ISP liberado a fines de 2011, 4 marcas de margarinas sobrepasaban los límites de grasas trans, Calo pan 125g, Sureña pote 250g, Soya Lanche pote 500g y Acuenta pote 500g. En tanto, otras 7 rebasaban las cifras establecidas par sodio, Sureña pan light 250g, Doña Juanita pan 125g, Doña Juanita pan 1kg, Next Soprole pan 125g, Banda Azul pan 1kg, Banda Azul display caja 10 panes 125g y Bonella pote 500g (20%).

En aquel entonces, directora del Instituto de Salud Pública de Chile, María Teresa Valenzuela, recalcó el peligro que conlleva ingerir este tipo de agregados. “El daño a la salud que provoca el exceso de estos componentes, incrementa las alarmantes cifras de obesidad e hipertensión entre nuestros habitantes”, esgrimió en su momento.

En base a estos números, desde la repartición se exigió que en Chile las grasas trans no superen el 2% de las grasas totales contenidas en estos productos. Asimismo, el Ministerio de Salud dio inicio en el mismo período a un acuerdo voluntario entre los elaboradores y supermercados para bajar la cantidad de sodio en el pan, compañero por excelencia de la margarina.