El presidente venezolano, Hugo Chávez, decretó este viernes estado de “emergencia en infraestructura” en las cárceles del país para implementar un plan de rehabilitación del sector, afectado por un alto nivel de hacinamiento, insalubridad y la violencia entre presos.

“Es urgente e inaplazable para enfrentar la crisis carcelaria tomar medidas impostergables requeridas para realizar las transformaciones al sistema carcelario en lo que toca a estructuras, construcción, rehabilitación y dotación de infraestructura física”, reza el documento publicado este viernes, y que tendrá vigencia por tres meses prorrogables.

El decreto, suscrito el jueves por el mandatario -reelecto el 7 de octubre pasado hasta 2019-, apunta a construir “centros de (reclusión para) procesados judiciales” con el objetivo de separarlos de los presos ya penados.

Según diversas ONG, las cárceles venezolanas sufren problemas de hacinamiento y violencia, y un 70% de los presos están sin sentencia. Cifras oficiales señalan que hay casi 50.000 reclusos, pero la infraestructura carcelaria sólo tiene capacidad para unos 14.000.

El decreto también prevé dotar de “bienes y servicios” a las cárceles “en el menor tiempo posible” para garantizar a los presos “en condición de procesados, los medios y recursos suficientes para una existencia digna”.

La ministra para el Servicio Penitenciario, Iris Varela, destacó este viernes que estos “centros para procesados judiciales se van a construir uno en cada estado”, 23 en total.

Varela hizo el anuncio durante la clausura del penal de Coro, en el estado de Falcón (noroeste), una instalación “vieja” que carecía de las “condiciones para que permanecieran los privados de libertad”.

Durante el proceso de clausura en Coro, de donde se trasladaron casi 600 presos a otros penales esta semana, se registró el jueves una “situación de violencia”, que dejó dos muertos y 13 heridos leves, añadió Varela, que ya la noche del jueves indicó que se inició la intervención de ocho cárceles más para “la construcción de infraestructura”.

En agosto último, un violento enfrentamiento entre reos en la cárcel Yare, a las afueras de Caracas, dejó 24 muertos y 43 heridos. Mientras, en mayo el gobierno clausuró la cárcel La Planta, en la capital, tras un violento motín liderado por un grupo de presos que se negaban a ser trasladados.