Un nuevo acuerdo para adopciones entre Estados Unidos y Rusia se aplicará a partir de noviembre con el fin de endurecer los controles después de que varios casos de abuso por parte de familias estadounidenses hacia sus hijos rusos adoptados suscitaran protestas.

El acuerdo bilateral entrará en vigor el 1 de noviembre y el Departamento de Estado dijo que está trabajando para “promover un proceso de adopción seguro, ético y transparente” para los padres, las familias y los niños.

El tratado llega tras más de dos años de negociaciones y después que una mujer de Tennessee enviara a su hijo adoptado de siete años solo en un avión de vuelta a Rusia con una nota que decía que era violento y no podía ocuparse de él.

El acuerdo especial para adopciones fue firmado por la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, junto al ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, en julio de 2011, y fue ratificado como ley por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, un año más tarde.

En Estados Unidos viven los padres más adoptivos del mundo y Rusia ha sido durante mucho tiempo uno de sus más grandes proveedores.

Sin embargo, el número de adopciones procedentes de Rusia decayó en los últimos años hasta llegar a 962 niños adoptados en 2011 tras el pico de 5.862 en 2004, según cifras oficiales.

Bajo los términos del nuevo acuerdo, las adopciones independientes serán prohibidas a partir del 1 de noviembre y los futuros padres tendrán que trabajar con agencias estadounidenses autorizadas por la Convención de La Haya de Adopción Intercontinental.