El ex secretario general de la ONU Kofi Annan dijo este jueves que Irán le comunicó que aceptaría la caída de su aliado sirio Bashar al-Asad si el país en conflicto realizara elecciones.

Annan, quien se desempeñó hasta agosto pasado como enviado especial de Naciones Unidas y de la Liga Árabe para Siria, reiteró su llamado a una solución pacífica de la crisis en ese país y advirtió que las armas introducidas desde el exterior están alimentando el conflicto que ya se cobró más de 34.000 vidas.

En una visita en Washington, Annan dijo que percibió apoyo para una salida democrática en Siria cuando estuvo en Teherán en julio y se reunió con tres altos dirigentes iraníes, incluido el presidente Mahmud Amadinejad.

“Todos me transmitieron el mismo mensaje cuando los presioné -que ‘aceptamos que Asad deba irse, pero se debe permitir al pueblo sirio decidir a través de elecciones, aunque sean organizadas bajo la autoridad de la ONU”, dijo Annan.

“Una frase característica que me dijeron es que ‘la democracia es una solución, la democracia es la respuesta en Siria’”, dijo Annan en el centro de investigación the Brookings Institution.

El diplomático agregó que los líderes iraníes no limitaron sus llamados a la democracia a Siria, sino que dejaron claro que apoyarán un camino similar para Bahrain, una monarquía aliada de Washington que aplastó las protestas chiitas, mayoritarios en el reino.

Irán, dirigido por clérigos chiitas, es el principal aliado regional de Asad y critica a los países occidentales y árabes que apoyan a los grupos opositores en ese país, gobernado por una secta alauita.

En este sentido, Teherán niega las acusaciones de Estados Unidos de que envía armas a Siria.

Por su parte, Washington afirma que provee solamente armas no letales a la oposición siria, pero los regímenes sunitas de Arabia Saudita y Qatar son considerados como el origen de las armas de que disponen los rebeldes.

Annan criticó los envíos de armas, diciendo que Siria está “casi en una guerra sectaria” que podría extenderse en la región.

“Dije hace tiempo que Siria, a diferencia de Libia, no implosionará sino que probablemente explote y que explote más allá de sus fronteras”, advirtió.

Annan, quien dirigió la ONU durante 10 años a menudo turbulentos, desde 1997, visitó Washington para promover sus memorias “Interventions: A Life in War and Peace” (Intervenciones: Una vida en guerra y paz).