El papa Benedicto XVI anunció que decidió enviar una delegación oficial a Siria como gesto de solidaridad con toda la población de ese país, devastado por más de un año y medio de conflicto, anunció este martes el Secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone.

“No podemos ser simples espectadores de la tragedia que ocurre en Siria”, declaró Bertone a Radio Vaticano tras anunciar la iniciativa papal, que cuenta con el apoyo de unos 300 obispos y religiosos de todo el mundo reunidos en el Vaticano para un sínodo sobre la “Nueva Evangelización”.

“Convencidos de que la solución a la crisis en ese país tiene que pasar a través de un acuerdo político y pensando en los inmensos sufrimientos de la población, al futuro de los refugiados y de esa nación, buena parte de la asamblea de ‘padres sinodales’ pidió que se manifieste la solidaridad de la Iglesia, por lo que el Santo Padre dispuso que una delegación viaje a Siria en los próximos días”, explicó Bertone.

De la delegación, compuesta entre otros por el cardenal Laurent Mosengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa, y el cardenal Jean-Louis Tauran, “ministro” para el diálogo religioso, formarán parte dos religiosos latinoamericanos, provenientes de países que han vivido o viven graves conflictos internos, el colombiano Fabio Suescún Mutis, ordinario militar de su país, y el nicaragüense Alberto Ortega.

La delegación deberá entregar un mensaje de solidaridad y cercanía del pontífice a “todos los hermanos y hermanas cristianos” de Siria y ofrecerá su apoyo para “la búsqueda de un acuerdo que respete los derechos y deberes de todos, con particular atención a los puntos establecidos en el derecho humanitario”, recalcó Bertone, número dos del Vaticano.

Los religiosos deberán partir la próxima semana a Siria al término del Sínodo, explicó Bertone.