El ponente especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, Olivier De Schutter, defendió este martes la creación de un fondo mundial de protección social en beneficio del “80% de los pobres” que no la tienen.

Un sistema así, estimó ante la prensa en Roma, al margen del Día Mundial de la Alimentación, “no costaría más del 2 al 6% del PIB mundial” para garantizar un mínimo de protección contra accidentes y enfermedades, “causa mayor de inseguridad alimentaria”, insistió.

La creación de este fondo (Global Fund for social protection, GFSP) permitiría “colmar la diferencia entre lo que pueden financiar los países menos avanzados (PMA) y lo realmente necesario para instaurar una verdadera protección social”.

También permitiría que esos países suscribieran un servicio de “reaseguro” cuando tuvieran que afrontar gastos particularmente altos, en caso de catástrofe natural que cause numerosos heridos e inválidos por ejemplo.

“Muchos países en desarrollo temen crear una especie de derecho a protección social que no les parece económicamente factible: un mecanismo de reaseguro podría tomar entonces el relevo”, justificó.

“Si grandes países como Brasil, México, India o Sudáfrica siempre pueden hacer frente a la situación cuando una región sufre una conmoción, apoyándose en otras partes del territorio, en pequeños países como Burundi o Ruanda, el choque puede ser total y afectar al conjunto del territorio”, argumentó De Schutter.

La Organización Internacional del Trabajo ha manejado un esquema como este y varias agencias de la ONU también la preconizan con fuerza, aseguró, y sugirió que la cuestión se debata esta semana en el Comité sobre Seguridad Alimentaria de la FAO, reunido hasta el viernes en Roma.