Decenas de familiares de víctimas del conflicto interno de Colombia se concentraron este domingo en la plaza Bolívar de la capital pidiendo que se les tenga en cuenta en el proceso de paz que instalarán formalmente el miércoles en Oslo el gobierno y la guerrilla de las FARC.

Provenientes de diversas regiones del país, los manifestantes expusieron sus testimonios en una improvisada tarima, en la que además exhibieron fotografías de jóvenes, mujeres y ancianos presuntamente secuestrados por las comunistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y otros grupos armados.

Algunos portaban pancartas que decían: “Pedimos cárcel a las FARC y a Timochenko (máximo lider guerrillero)” y “Terroristas, mentirosos: cero inmunidad”.

Clara Rojas, quien por seis años fue rehén de las FARC y actualmente dirige la ONG País Libre, que apoya a familiares de secuestrados, exigió “la participación de las víctimas en estas negociaciones entre el gobierno y las FARC”.

“En esta simbólica jornada denunciamos que todavía existen cientos de secuestrados y miles de desaparecidos en Colombia”, dijo Rojas a la AFP.

Secuestrada en 2002 junto a la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, Rojas aseguró, citando cifras de País Libre, que 400 personas han sido secuestradas por diversos grupos en la última década, 17 de ellas este año.

Las FARC anunciaron en febrero pasado que renunciaban al secuestro de civiles, a la vez que liberaron a los últimos diez policías y militares que aún mantenían como rehenes.

“Primero liberen a los secuestrados y dígannos qué pasó con los desaparecidos. Después encarcelen a todos los guerrilleros. Cero impunidad”, clamaba el octogenario Pablo Contreras, quien vestía gruesas cadenas de metal oxidado como acto de protesta y denuncia de su propio secuestro durante seis meses por las FARC en la ciudad de Villavicencio (centro) en 2005.

“Durante años se habló de (Ingrid) Betancourt, políticos, policías y militares secuestrados pero nunca de los miles de colombianos invisibles para las autoridades, el gobierno y el mundo”, lamentó Janeth Sánchez, integrante de la ONG Los que faltan, que congrega a más de 4.000 familiares de víctimas de secuestro y desaparición.

En el acto, los manifestantes presentaron ante unidades móviles de la Fiscalía miles de documentos con fotografías y otros datos de sus familiares secuestrados, asícomo informaciones sobre el pago de millonarias extorsiones.

“Antes de iniciar este proceso de paz debieron aclarar la situación de nuestros familiares”, reprochó Sánchez, quien denuncia que su hermano Óscar, un ingeniero civil, fue secuestrado en Caquetá (sur) por las FARC en diciembre de 1997, cuando tenía 36 años.

Las FARC son la principal guerrilla de Colombia, con unos 9.200 combatientes y casi 50 años de lucha armada.

El diálogo que comenzará esta semana en Noruega será el cuarto intento en 30 años por poner fin al conflicto armado.

Tras la instalación formal en Oslo, las conversaciones serán trasladadas a La Habana.

El proceso “inició con mentiras por parte de las FARC, que aseguraron que no tenían ni un secuestrado en su poder. Basta escuchar a todas estas personas para darse cuenta del horror que se vive en Colombia”, dijo el ex diputado Sigifredo López, él mismo rehén de las FARC entre 2002 y 2009.

“Estamos aquí exigiendo justicia y paz, pero sobre todo visibilizando a quienes hemos sido víctimas de las FARC. Denunciamos el daño que han causado con el secuestro, la extorsión y los asesinatos”, lamentó López, quien abogó por la inclusión de la sociedad civil en los diálogos de paz.