La fiscalía británica y una comisión independiente anunciaron este viernes la apertura de sendas investigaciones sobre la actuación policial en el mortífero desastre del estadio de Hillsborough hace 23 años, debido a las revelaciones de un reciente informe.

La Comisión Independiente de Quejas de la Policía (IPCC, por sus siglas en inglés) anunció que un “amplio número de agentes” en activo y retirados serían investigados por los hechos que llevaron a la muerte de 96 seguidores del Liverpool durante un partido de la Copa de Inglaterra de fútbol el 15 de abril de 1989.

“Puedo decir con confianza que se trata de la mayor investigación independiente que se ha lanzado nunca sobre las acciones de la policía en el Reino Unido”, declaró a la prensa Deborah Glass, vicepresidenta de esta comisión encargada de investigar las denuncias contra las fuerzas de seguridad.

El Servicio de la Fiscalía de la Corona (CPS) indicó por su parte que examinará todo el material disponible sobre la tragedia, incluido el informe independiente, “para determinar si hay ahora suficientes pruebas para acusar a cualquier individuo o entidad corporativa de algún delito”.

“Se considerarán todos los delitos posibles que puedan haberse cometido y todos los acusados potenciales”, precisó su director, Keir Starmer, agregando que la fiscalía trabajaría estrechamente con la IPCC.

El informe independiente publicado el de 12 de septiembre y elaborado a partir de decenas de miles de documentos confidenciales procedentes de 80 organismos públicos reveló que la policía alteró pruebas para tratar de responsabilizar a las propias víctimas.

Según la comisión presidida por el obispo de Liverpool, James Jones, reveló que 164 declaraciones policiales fueron modificadas, 116 de ellas para “eliminar o cambiar” comentarios que no eran favorables a la policía encargada de la vigilancia del estadio de Sheffield (norte).

Los aficionados del Liverpool fallecieron a causa de una avalancha humana tras el ingreso de muchos más espectadores de los previstos en una tribuna de este vetusto estadio durante un partido de semifinales de la FA Cup entre el Liverpool y el Nottingham Forest.

“Hubo claros fallos operativos en respuesta a la tragedia y después hubo vigorosos intentos para desviar la responsabilidad hacia los aficionados”, declaró el obispo el mes pasado al presentar sus conclusiones a las familias, que siempre han pedido acciones contra los responsables.