Apoyar la transición democrática en los países árabes y del Norte de Africa es “una necesidad estratégica” para Estados Unidos, dijo la secretaria de Estado Hillary Clinton este viernes.

“No volveremos a la falsa opción entre libertad y estabilidad y no retiraremos nuestro apoyo a las democracias emergentes cuando se pone difícil”, dijo Clinton en un discurso pronunciado en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. “Eso sería un costoso error estratégico que socavaría tanto nuestros intereses como nuestros valores”, agregó.

Semanas antes de que estallara la revolución en Egipto contra el líder Hosni Mubarak, Clinton dijo que había advertido a los líderes árabes en un encuentro en Doha que “los cimientos de la región se estaban hundiendo en la arena”.

“Era claro incluso en ese momento que el status-quo era insostenible, que el rechazo a cambiar se estaba volviendo en sí mismo una amenaza para la estabilidad”, dijo Clinton este viernes.

“Así que para Estados Unidos, apoyar las transiciones no es una cuestión de idealismo. Es una necesidad estratégica”, explicó.

Sin embargo, advirtió que “alcanzar una democracia genuina y un crecimiento de base amplia será un proceso largo y difícil”.

“Habrá obstáculos en el camino. Tiempos donde algunos seguramente preguntarán si todo valió la pena. Pero volver al modo en que las cosas estaban en diciembre de 2010 no es solo indeseable, es imposible”, remarcó.

La secretaria de Estado dijo que el ataque del mes pasado al consulado estadounidense en Bengasi “reveló cepas de extremismo que amenazan a estas naciones, así como a la región en sentido amplio y a Estados Unidos”.

“Por otra parte, hemos visto acciones que habrían sido difíciles de imaginar apenas unos años atrás: líderes electos democráticamente y personas libres en los países árabes de pie por un futuro pacífico y plural”, agregó.

“Es demasiado pronto para decir cómo finalizarán estas transiciones. Pero lo que no está en duda es que Estados Unidos se juega mucho en el resultado”, concluyó.