Los jueces del tribunal ruso que el miércoles liberaron a una de las integrantes del grupo de música punk Pussy Riot y confirmaron la condena a dos años de detención de las otras dos integrantes, ofrecieron una rueda de prensa este jueves para negar que fueron presionados por las autoridades.

“Nadie ejerció ninguna presión sobre nosotros, con más razón en este caso”, declaró la juez Larisa Poliakova, quien presidió el proceso en apelación de las Pussy Riot en el tribunal municipal de Moscú, durante una rueda de prensa sorpresa organizada para “aclarar” la posición de los jueces.

“Actuamos conforme a la ley” y según “nuestras convicciones internas”, insistió, por su parte, otro juez de este tribunal, Yuri Pasiunine.

Nadejda Tolokonikova (22 años), Yekaterina Samutsevich (30) y Maria Alejina (24) fueron condenadas en agosto a dos años de detención por “vandalismo” e “incitación al odio religioso” por cantar en febrero en la catedral del Cristo Salvador una “oración punk” contra Putin.

El miércoles, el tribunal municipal de Moscú puso en libertad a Samutsevich, quien, con nueva abogada, cambió su línea de defensa, subrayando que fue detenida poco después de su entrada en la catedral y que, por tanto, no participó en la oración punk.

La pena de las otras dos jóvenes permaneció sin cambios.

“Podríamos haberles reducido la condena o conmutarla por una pena condicional (…), pero estuvimos de acuerdo (con el tribunal de primera instancia, ndlr) que Tolokonikova y Alejina solo podían ser corregidas aislándolas de la sociedad”, declaró Poliakova.

Durante el juicio en apelación, había que ver “quién levantó las piernas, gritó, profirió insultos” en la catedral, explicó Pasiunine.

“Samutsevich no tuvo tiempo de gritar, porque la hicieron salir. El tribunal lo tuvo en cuenta”, añadió.