Las diferencias en torno al reconocimiento de una zona de paz en el Atlántico sur, que implica un respaldo al reclamo argentino sobre Malvinas, trancó el martes los debates de la conferencia de ministros de Defensa de las Américas, a pocas horas de finalizar.

Las delegaciones de 28 países -de los 34 que integran el foro hemisférico- debatían a contrarreloj el martes por la noche en el exclusivo balneario Punta del Este (sudeste), para incluir el tema en la declaración final del encuentro, que debe firmarse en la mañana del miércoles.

“Se ha estado trabajando mucho”, admitió en rueda de prensa el viceministro de Defensa uruguayo, Jorge Menéndez, vocero de la conferencia que comenzó el lunes, indicando que “posiblemente” se logrará agregarlo a la declaración.

Pese a que el tema Malvinas no se había incluido en la agenda inicial por la oposición fundamentalmente de Estados Unidos y Canadá, una comisión ad hoc trabajó en forma paralela y el ministro de Defensa argentino, Arturo Puricelli, defendió fuertemente su planteamiento, que recibe el respaldo de la mayoría de los países sudamericanos.

A diferencia de otros foros, esta conferencia -cuyas resoluciones no son vinculantes- puede adoptar una declaración final por mayoría si no hay consenso. En ese caso, sería la primera vez en sus diez ediciones que la conferencia de ministros de Defensa, inaugurada en 1995, adopte una declaración de esta forma.

“La idea es sacarla por consenso y esperamos que -sin que signifique la manifestación de reconocimiento de los derechos de Argentina- se haga alguna alusión al tema”, indicó Puricelli, indicando que a su entender eso ya sería un avance.