A una nueva polémica se enfrenta el alcalde de Independencia, Antonio Garrido. Profiriendo fuertes improperios, el edil amenazó con el despido al director de obras de ese municipio, Ricardo Poblete, acusándolo de retrasar la autorización para un proyecto. El funcionario aludido por edil dice que es un montaje.

El incidente, a cuyo audio tuvo acceso exclusivo Radio Bío Bío, se registró en medio de una conversación de Garrido con algunos de sus funcionarios. El jefe comunal se queja, utilizando garabatos de grueso calibre contra ellos, de que el director de obras, Ricardo Poblete, le tiene paralizado un proyecto SERVIU.

“Me tiene parada la obra y no se puede modificar porque la plata ya está entregada”, señala el alcalde de Independencia.

Luego que uno de los funcionarios presentes le hace ver que tomará contacto con el aludido, Garrido, siempre con groserías, dice: “Pero a primera hora. Dile que si no, lo voy a echar y yo lo echo”, asegura y advierte que le pasará lo mismo que a otra funcionaria.

En seguida pide que lo contacten telefónicamente con el director de obras, a quien deja un mensaje en que insiste en las consecuencias que tendrá para él si no agiliza la entrega del permiso para la ejecución del proyecto.

El departamento de comunicaciones de la Municipalidad de Independencia señaló a Bío Bío La Radio que el alcalde Garrido no hará comentarios sobre este incidente, pero que el director de obras, Ricardo Poblete, emitirá próximamente un comunicado, en que acusará un montaje contra el edil.

Según se nos señaló, el funcionario desmentirá la grabación y negará haber sostenido un contacto con el alcalde, además de anunciar el estudio de acciones legales.

Ésta no es la primera polémica que enfrenta el alcalde de Independencia en las últimas semanas. A principios de septiembre se reveló un video en que regala mil pesos a personas de escasos recursos, lo que fue interpretado como intervencionismo electoral por la oposición.

A propósito de ese episodio, sostuvo un diálogo con una periodista de Canal 13 a quien, incómodo por alusiones a su fe religiosa, le dijo que se la llevará el cuco.