Comer tomates, ricos en licopeno, un potente antioxidante, reduciría netamente el riesgo de sufrir un derrame cerebral, según un estudio finlandés publicado el lunes en Estados Unidos.

La investigación, aparecida en la revista Neurología, una publicación de la American Academy of Neurology, indica que las personas con tasas más elevadas de licopeno en sangre tendrían un 55% menos de posibilidades de sufrir una congestión cerebral que aquellas que tienen tasas sanguíneas más bajas de este antioxidante.

El estudio fue realizado en Finlandia sobre 1031 hombres de entre 45 a 65 años.

La tasa de licopeno en sangre fue medida antes del estudio y los participantes fueron seguidos durante unos doce años en promedio, un período en el que 67 registraron algún tipo de derrame cerebral.

Entre los 258 hombres con tasas más bajas de licopeno en sangre 25 sufrieron un derrame cerebral mientras que entre los 259 con tasas más altas sólo 11 registraron un incidente de este tipo.

Los resultados fueron incluso más definitivos cuando los investigadores únicamente tuvieron en cuenta los derrames provocados por un coágulo de sangre y no por una hemorragia.

En este caso los participantes con niveles más altos de licopeno presentaban un riesgo un 59% menor de sufrir un derrame cerebral debido a un coágulo que aquellos con las tasas más bajas.

“Esta investigación viene a consolidar las virtudes de un régimen alimenticio rico en frutas y verduras para reducir el riesgo de accidente cardiovascular”, señala Jouni Karppi, de la Universidad del Este de Finlandia en Kuopio, uno de los principales autores del trabajo.