Este martes las facultades de Educación, Ciencias Sociales y el edificio de idiomas Tomás Moro fueron tomadas por los estudiantes de la Universidad Católica de la Santísima Concepción. Mientras el resto de la sede San Andrés continuaba tranquilamente con las clases, un grupo de alumnos, acompañados por la Federación de Estudiantes, se reunieron en asambleas donde se acordaron las tomas.

Las peticiones responden principalmente a demandas establecidas a nivel nacional, pero también a un petitorio interno, de acuerdo a lo señalado por la vicepresidenta de la Federación, Catalina Zapata.

El petitorio se encuentra publicado en el perfil de Facebook de la Federación y en él se exponen los puntos. Señalan que se ha “tomado la iniciativa y la determinación de adherirnos concretamente al movimiento nacional, considerando a su vez las demandas internas que reflejan las necesidades que no han sido respondidas durante años por las autoridades”.

Algunas de las peticiones consideran la eliminación de la matrícula, la disminución del arancel referencial, un servicio de ginecología para realizar controles, atenciones de urgencia y charlas para los estudiantes. También solicitan que sean despedidos los docentes y autoridades vinculados durante la dictadura a violaciones a los Derechos Humanos.

Desde la Universidad señalaron que el movimiento es minoritario y que las clases continúan en el resto del campus de manera normal. Eric Aedo, docente y director del Departamento de Dirección de Apoyo a los Estudiantes, señaló que la política de la universidad es estar siempre abiertos al diálogo.

Desde la Federación señalaron que no descartan que este miércoles más facultades se sumen a la movilización.