El sentimiento independentista catalán, expresado en la noche del domingo en el clásico liguero entre el Real Madrid y el Barcelona, “perjudica” a la imagen de España, en un contexto de crisis financiera, consideró este lunes el gobierno español.

“Un país que ofrece una imagen de división interna en un momento de convulsión como el que vivimos, en un momento en el que todos los países del mundo están compitiendo por los capitales escasos, el ofrecer una imagen de desunión en vez de una imagen de esfuerzo compartido me parece una mala imagen”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.

A preguntas de periodistas tras la inauguración de un seminario sobre la “gestión de la marca” España, sobre si lo ocurrido en el Camp Nou barcelonés es malo para la imagen de España, el canciller español contestó: “no tengo la menor duda de que perjudica”.

El domingo, los aficionados catalanistas del Barcelona desplegaron antes del inicio del partido contra el Real Madrid un mosaico con los colores de la bandera catalana, en un momento en que vuelven a cobrar nueva fuerza las reivindicaciones independentistas en la región.

Posteriormente, gritaron “Independencia” en el minuto 17 y 14 segundos del encuentro, en referencia a 1714, año de la entrada de las tropas franco-españolas en Barcelona durante la Guerra de Sucesión de española.

El mismo grito que se elevó en las calles de Barcelona el 11 de septiembre pasado, durante una multitudinaria manifestación en favor de la independencia, que reunió a centenares de miles de personas con motivo de la fiesta catalana de la Diada.

El presidente de la región, Artur Mas, en crisis abierta con el gobierno conservador español, convocó después elecciones anticipadas para el próximo 25 de noviembre y prometió un referéndum sobre la autodeterminación de Cataluña.

“Hoy hemos vivido un acontecimiento de la misma intensidad” que el día de la Diada, dijo Mas tras el partido el domingo.

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