Hugo Chávez fue reelegido el domingo por tercera vez presidente de Venezuela ante el joven Henrique Capriles Radonski y aunque su victoria fue holgada, la oposición ganó terreno frente al chavismo, tras una participación masiva de los venezolanos en los comicios.

Chávez obtuvo el 54,66% de los votos, es decir, 7,7 millones, mientras Capriles reunió el 44,73% de los sufragios, con 6,3 millones, informó el Consejo Nacional Electoral, con un nuevo escrutinio del 94% de las papeletas y una participación de 80,94% del electorado.

“Yo me comprometo con ustedes a ser mejor presidente de lo que he sido en estos años”, afirmó Chávez ante miles de sus seguidores reunidos en el Palacio de Miraflores.

“Quiero incluirnos a todos y a todas, incluyendo a los sectores de la oposición”, agregó el gobernante, haciendo un llamado a la “unidad nacional” desde el llamado Balcón del Pueblo, donde compareció exultante junto a su familia.

Chávez, a quien en 2011 le fue detectado un cáncer del que asegura haberse curado, pidió además a Dios “vida y salud para seguirle sirviendo al pueblo venezolano”.

Capriles, por su parte, felicitó a Chávez por su triunfo. “Para saber ganar hay que saber perder”, dijo este ex gobernador del estado Miranda (norte), que entusiasmó a la oposición al montar el mayor desafío electoral hasta el momento contra el poderoso presidente.

Chávez, de 58 años y desde 1999 en el poder, fue reelegido para gobernar seis años más en este país con las mayores reservas de crudo mundiales, que le han permitido financiar multimillonarios programas sociales para las clases populares, su sustento político.

El mandatario ha prometido hacer “irreversible” su revolución socialista, un término que acuñó tras ganar las elecciones en 2006, cuando barrió al candidato opositor, Manuel Rosales, por más de 25 puntos, con el 62% de los votos.

Además, prevé potenciar el Estado comunal, reforzando el poder popular a costa, según denuncian sus detractores, de despojar de competencias a las regiones.

“Chávez intentará consolidar su revolución, va a intentar vender su triunfo como el triunfo indiscutible de que su revolución se puede profundizar en el tiempo”, dijo a la AFP el presidente de la firma Datanálisis, Luis Vicente León.

Pero, a la vez, el presidente “enfrenta ahora un 45% de oposición que votó por una alternativa que no puede ser desconocida ni minimizada. Esto plantea una nueva relación oposición-gobierno”, añadió León.

“Hay una nueva realidad política que por supuesto demanda mayores espacios para la conciliación, para una nueva construcción identitaria”, ratificó por su parte a la AFP el analista político Farith Fraija.

El presidente enfrentó en estos comicios su mayor reto electoral con un contrincante 18 años menor que lo retó recorriendo el país palmo a palmo, mientras él convalecía de un cáncer.

Hasta poco antes del inicio de la campaña electoral, en julio, el mandatario estuvo durante largos periodos ausente de la escena pública haciendo planear dudas sobre su estado de salud.

Sin embargo, Chávez se declaró curado, arrancó con intermitencias su campaña y la cerró con un maratón de mítines en los que los venezolanos lo vieron de nuevo recorrer las calles y arengar a sus seguidores con su verbo impetuoso y provocador.

El presidente, hábil estratega y gran comunicador, admitió también haber cometido errores y prometió dedicar más esfuerzos a los problemas diarios de los venezolanos, como la inseguridad y el desempleo.

Chávez ha tejido una conexión emocional con las clases populares, que le agradecen las “misiones” sociales, pero también ha polarizado el país al demonizar a las clases pudientes y acosar al sector privado con expropiaciones y férreas regulaciones.

La oposición, por su parte, le ha acusado de haber utilizado los recursos públicos para hacer campaña y de haber puesto a su servicio los medios de comunicación estatales, sobre los que ejerce un control absoluto.

“Estoy muy contento, era una victoria esperada y esto ya no tiene marcha atrás. Nosotros no sabíamos que (la petrolera) PDVSA era del pueblo hasta que llegó Chávez, porque antes se lo repartían el petróleo entre unos cuantos”, dijo a la AFP José Ramiro, un técnico en administración pública de 32 años, en medio de las celebraciones a las afueras de Miraflores.

“Estoy decepcionada, mas no derrotada”, dijo por su parte a la AFP Rosana González, de 25 años, desde el comando de campaña opositor. “Son más de 14 años en el poder y la gente no reacciona”, añadió.

Los presidentes de Argentina, Cristina Kirchner, Ecuador, Rafael Correa, y Bolivia, Evo Morales, -todos ellos grandes aliados de Chávez- fueron de los primeros líderes latinoamericanos en felicitarlo por su triunfo.

Las elecciones en Venezuela generaron gran expectativa internacional, sobre todo en América Latina y el Caribe, donde Chávez ha construido un fuerte liderazgo vendiendo petróleo a condiciones preferenciales a países menores y ofreciendo jugosas oportunidades de negocios a sus aliados.

“Muchos hoy respiraron”, afirmó León, “pero no sólo los países dependientes del petróleo. Esos por razones obvias, pero también Colombia por no alterar su proceso de paz” e incluso países como “Rusia y China”, por su colaboración económica con el gobierno chavista, agregó.

El interés en Estados Unidos también fue grande, dado que el presidente ha liderado en la región la oposición a ese país, que de todas maneras le compra casi un millón de barriles de crudo por día.

Tras conocer los resultados, Hugo Chávez expresó mediante su cuenta en la red social Twitter, el agradecimiento al pueblo por los resultados parciales.