La venta de siete aviones de la exaerolínea uruguaya Pluna a una compañía española es cuestionada por sus exempleados y la oposición, mientras el gobierno sostiene que busca recuperar las conexiones aéreas perdidas y que el acuerdo “no le cueste plata al pueblo uruguayo”.

“El senador Carlos Moreira convocará a los ministros de Economía y Transporte al Parlamento por el negocio de Pluna”, anunció el jueves el senador del opositor Partido Nacional Jorge Larrañaga, indicando que hay “muchas interrogantes” en torno a la subasta del lunes en la que Cosmo Líneas Aéreas, de capitales españoles, compró siete aviones Bombardier CRJ900 de Pluna por 137 millones de dólares.

La sorpresa inicial, debido a que la compañía compradora no estaba entre las que habían manifestado interés antes de la subasta, se acrecentó cuando dos días más tarde la aerolínea de bandera uruguaya BQB -que sí había mostrado interés en los aviones pero finalmente no ofertó- anunció que negociaba con Cosmo para utilizar los siete aviones Bombardier y “cubrir varias de las rutas que pertenecían a la desaparecida Pluna”.

El anuncio de BQB fue realizado luego de que directivos de esta empresa fueran fotografiados almorzando junto al representante de Cosmo y el ministro de Economía de Uruguay, Fernando Lorenzo.

El jueves, un grupo de extrabajadores de Pluna arrojó copias de la foto en la vía pública e insultó a Lorenzo cuando éste ingresaba al ministerio, acusándolo de “corrupto”, “vendido” y “ladrón”.

“Quién compró? Quién avaló? Van a pagar? Los trabajadores y acreedores? El estado va a seguir bancando? Que significa la negociación nueva?”, se preguntó el viernes Larrañaga en su cuenta de Twitter.

BQB es propiedad del argentino Juan Carlos López Mena, también dueño de la naviera Buquebus, la principal empresa de transporte fluvial de pasajeros entre Uruguay y Argentina, y que también operó en España hasta 2007.

Su propuesta para usar los aviones comprados por Cosmo será analizada por un equipo interministerial, anunció el gobierno.

El presidente José Mujica también recibió otro proyecto para montar una aerolínea uruguaya con los otros seis aviones que tenía Pluna mediante el sistema de leasing, mecanismo que permite que sean devueltos a Bombardier, de un total de 13 aviones.

- Una empresa en el ojo de la tormenta

En medio de los cuestionamientos, este viernes radio El Espectador informó que el representante de Cosmo en la subasta, Hernán Antonio Calvo Sánchez, fue director de Buquebus en Europa.

Mujica aseguró este viernes a radio Sarandí que su mayor preocupación son las conexiones aéreas de Uruguay pero también la posibilidad de que Pluna -que estuvo asociada con la brasileña Varig entre 1995-2006- sea condenada en los juicios iniciados en Brasil por exempleados de Varig.

“A mí lo que me pone los pelos de punta son los reclamos que llegan día a día de la justicia brasilera por las cuentas que quedaron pendientes de Varig. Por eso trato de solucionar (…) lo otro mientras no le cueste plata al pueblo uruguayo me preocupa poco”, enfatizó.

Creada en 1936, a lo largo de su historia Pluna ha estado varias veces en el ojo de la tormenta. Pasó a ser propiedad del Estado en 1951 pero volvió a incorporar capitales privados en 1995, cuando se convirtió en una sociedad anónima tras asociarse con Varig.

La asociación duró hasta la quiebra de la brasileña en 2006, cuando el Estado uruguayo absorbió el 49% del paquete accionario que poseía Varig.

En 2007 el grupo inversor LeadGate se quedó con el 75% de las acciones y el Estado -dueño del 25% restante- salió de garante de la compra de nuevos aviones.

Precisamente esa garantía de 135 millones de dólares es lo que el gobierno -a cargo de la aerolínea tras la salida de LeadGate en junio de este año y la quiebra de la compañía en julio- quiere pagar con lo obtenido por la subasta de los aviones.

Según una denuncia penal por presuntas irregularidades en la gestión de Pluna en los últimos años, las deudas de la aerolínea ascendían a más de 300 millones de dólares cuando quebró.

El cierre de Pluna -que con 900 empleados operaba 253 vuelos semanales entre Argentina, Brasil, Chile y Paraguay- afectó sustancialmente las conexiones aéreas de Uruguay, que tiene al turismo como uno de los pilares de su economía.