El gobierno de México se comprometió el viernes a no dejar impune el crimen del hijo del ex presidente del PRI, Humberto Moreira, que las autoridades sospechan pudo ser cometido por narcotraficantes y, según algunos medios, podría ser un mensaje al presidente electo Enrique Peña Nieto.

“Tenemos la convicción absoluta de que vamos a llegar a la resolución de este crimen”, dijo el viernes en conferencia de prensa Alejandro Poiré, secretario de Gobernación (Interior) mexicano.

El cuerpo de José Eduardo Moreira, de 25 años, fue encontrado el miércoles en un paraje de Ciudad Acuña, en el estado de Coaguila (norte), 1.341 kilómetros al norte de la capital mexicana, con dos impactos de bala en la cabeza y señales de tortura.

Humberto Moreira, ex gobernador de Coahuila y exlíder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de marzo a diciembre de 2011, relacionó el asesinato de su primogénito con la ola de violencia ligada al narcotráfico que ha dejado un saldo de unos 60.000 muertos en casi seis años.

“Mi hijo viene a ser uno de los muertos de esta guerra, de los miles de muertos de esta guerra, que es muy triste. Lo vivo ahora en carne propia”, dijo el jueves Moreira, cuyo hermano Rubén Moreira es el actual gobernador de Coahuila.

Lucero Davis, la viuda de José Eduardo Moreira, culpó de manera indirecta al gobernador de Coahuila y tío de la víctima del homicidio.

“¡No sabes gobernar! Esto es tu culpa”, escribió en su cuenta de la red social twitter.

Ramón Eduardo Pequeño, titular de la División Antidrogas de la Policía Federal, explicó que una de las líneas que se investigan es si el crimen fue perpetrado por el cártel de narcotraficantes Los Zetas.

Algunos medios publicaron que el crimen podría ser una venganza de Los Zetas, por la muerte en un enfrentamiento con la policía de Alejandro Treviño Chávez, sobrino de Miguel Ángel Treviño Morales, alias “El Z-40″, líder de esa organización criminal. La versión no ha sido confirmada por las autoridades.

Humberto Moreira fue gobernador entre 2005 y 2011 de Coahuila, estado fronterizo con Estados Unidos, periodo en el que se multiplicaron las denuncias por desapariciones derivadas, presuntamente, de la violencia generada por el narcotráfico.

Se trata de “la primera muerte del presidente Peña Nieto”, tituló Ciro Gómez Leyva, editorialista del diario Milenio.