Sólo 8 de las 16 cámaras de televigilancia instaladas en Los Ángeles funcionan, pero en deplorables condiciones.

Luego que quedara al descubierto la bochornosa situación, una serie de aristas han quedado expuestas en este caso. Aunque todos los actores sindican a un sólo responsable.

¿Quién está equivocado? ¿Quién responde por la mantención de dichos dispositivos que hasta el minuto pensábamos funcionaban?

Responda esas dudas en la siguiente crónica de la periodista Constanza Reyes: