El fiscal jefe de Curicó Miguel Gajardo, confirmó que en los cuerpos de los tres menores asesinados presuntamente por el pediatra Francisco Ramírez, no se halló ningún elemento toxicológico, ni menos algún tipo de drogas que pudieron haber adormecido a las victimas, cuando recibieron cada uno, dos impactos en la zona posterior de su cabezas.

Lo anterior se desprende de los exámenes especializados que ya concluyó el SML y cuyos resultados tuvo a la vista ayer el persecutor.

Si no fueron drogados, ¿como se entiende entonces que ninguno de los menores opuso resistencia a ser ultimados mediante balazos por su padre?
Tienen que ver con una cuestión de obediencia de los niños hacia su padre, respondió el fiscal Miguel Gajardo.

“Hasta el momento tenemos una personalidad muy estructurada de éste, que efectivamente, podría explicar una cierto control de su parte, respecto de sus hijos que hicieran que estos reaccionaran u obedeciendo a las instrucciones de su padre en ese momento”, detalló el persecutor.

El Ministerio Público a estas alturas tiene completamente definido cronológicamente cada uno de los hechos registrado aquella noche al interior de la residencia que arrendaba el matrimonio Ramírez-Merchacks en el sector de Zapallar, y dentro de los datos, se señala que los niños no fueron amarrados al sillón, como se dijo en algún momento

En un corto plazo se dará término a la investigación y se entregará un informe final para exculpar a personas, dijo el fiscal jefe.

Al insistirse por un supuesto llamado telefónico de la polola de uno de los niños asesinados, respecto que aquella jornada se notaba cansado y con sueño, el fiscal reiteró que no se halló presencia de ninguna sustancia extraña en los cuerpos de los menores. Salvo, dosis de paracetamol, debido a un cuadro de resfrío que presentaba uno de ellos.

Sin embargo, en la sangre del presunto parricida y posterior suicida se encontraron restos de un medicamento usual en los tratamientos siquiátricos, llamado “lamotrigina”.

Lamotrigina

La lamotrigina es un medicamento, utilizado especialmente para la epilepsia, y el trastorno bipolar. La lamotrigina también se utiliza como un estabilizador del ánimo, además de resultar efectivo para el mantenimiento del trastorno bipolar. Asimismo, ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la depresión bipolar, una de las fases más difíciles de tratar de este trastorno. La forma en la que actúa la lamotrigina es desconocida, pero se cree que actúa los canales de sodio, sin embargo tiene menos efectos colaterales que otros fármacos que tienen la misma acción, como la carbamazepina que igualmente tiene sus propios efectos secundarios, señala la literatura al respecto.